El acto tendrá lugar a partir de las 23:30 horas en la plaza Mayor de la villa. "Es una tradición del pueblo que ha pasado de padres a hijos, la han heredado de sus antepasados y continúan con este rito", asegura Felipe Utrilla, alcalde de Medinaceli.
A las 23:30 horas de este sábado 12 de noviembre Medinaceli se volverá a volcar para celebrar el rito del Toro Jubilo, una fiesta declarada de Interés Turístico de Castillla y León y Patrimonio Cultural Inmaterial de Medinaceli. "Es una tradición del pueblo que ha pasado de padres a hijos, la han heredado de sus antepasados y continúan con este rito", declara Felipe Utrilla, alcalde de Medinaceli.
La creencia más extendida es que la celebración proviene de tiempos celtíberos y que con el rito se conmemora la victoria de estos sobre los cartagineses en la batalla de Hélice (Alicante), en el s. III. En ella, un caudillo celtíbero lanzó contra el campamento enemigo dos carretas tiradas por bueyes con paja ardiendo en sus astas, lo que provocó la desbandada de los atacantes. Porque el rito del toro de fuego se extiende desde el levante hasta la cuenca del Jalón.
"El que se siente de Medinaceli lo necesita vivir", asegura el primer edil. Y aunque la pandemia canceló en 2020 su celebración, el año pasado los medinenses pudieron disfrutar del rito, aunque no pudieron acompañarlo de la verbena posterior ni de los actos que suelen completar este día. "Tenemos ganas de complementar la fiesta, de volver a todo lo que se desarrolla alrededor del toro", señala.
El Toro Jubilo siempre es indultado gracias a su declaración como Espectáculo Taurino Tradicional. "El animal se alquila para el festejo y después, el ganadero se lo vuelve a llevar al campo", apunta Utrilla. El evento, aunque siempre depende de los materiales empleados para formar las bolas y cuánto puedan mantener estos encendida la llama, se suele prolongar durante unos 30 minutos.
Los jóvenes del pueblo, aparte de participar en el festejo en sí, se implican en esta tradición durante todo el año. De hecho, son ellos los que elaboran las bolas que se prenden durante la celebración. "Las personas mayores ya poco, pero los jóvenes del pueblo y los alrededores participan y lo viven, lo llevan en el alma", señala Utrilla.
El alcalde asegura que los ocelitanos sienten gran orgullo cuando algún miembro de su familia se atreve a participar junto al toro. "No existe división dentro del pueblo. Están todos a una y lo desarrollan todos en equipo", concluye.