En Soria no resulta extraño que, después de una jornada micológica decente, toque congelar parte de los hongos recolectados. Pero, ¿sabes cómo hacerlo para que el resultado sea el mejor posible?
Antes de dar algunos consejos sobre cómo congelar los hongos, has de saber que el proceso de congelación propicia que el hongo se sature de humedad y agua cuando se descongela. No te lleves disgusto, por tanto, si se queda blandengue. La plancha no va bien para el hongo descongelado, que es más para sopas, guisos, revueltos, croquetas, rellenos y otros platos.
Y dicho esto, tienes que congelar a menos de 18º bajo cero. Un buen truco para lograr un buen resultado al congelar los hongos crudos, es laminar los boletus y colocarlos en capas con film tranparente de cocina. Mejor en una bandeja.
También se pueden congelar precocinados, es decir, salteados laminados en aceite de oliva en la sartén, y esperar a que pierdan agua. Entonces estarán listo para congelar. Puedes utilizar bolsas de congelación. Pero se pueden trocear así se aprovechan los hongos que puedan tener algún desperfecto o alguna zona menos sana.
Otra cosa, los níscalos y otras setas no se congelan, pierden mucho.