El arquero defendió durante cuatro campañas la elástica rojilla en su paso por Segunda División.
Esta tarde la Selección Española afronta la ronda de octavos de final en el Mundial de Qatar frente a Marruecos. Los de Luis Enrique llegan a la cita con las dudas del último choque ante Japón, aunque con la convicción de que pueden volver a demostrar el nivel de las dos primeras citas que los llevó a ser catalogados como uno de los favoritos.
Con ese objetivo, el combinado nacional saltará a por todas a partir de las 16:00h para enfrentarse a un conjunto muy correoso que ya ha sido capaz de derrotar a potencias como Bélgica, ganando su grupo. En dicho encuentro ante los belgas, un exjugador del Numancia fue clave con su actuación: Munir.
El arquero que defendió durante cuatro campañas la meta de Los Pajaritos podría volver al once para medirse a España, pudiendo convertirse en una de las principales armas marroquíes para pasar de ronda. No obstante, su titularidad en estos momentos está en el aire ya que el cancerbero del Sevilla, Bono, ha sido hasta ahora el meta con más participaciones en la competición mundialista.
El arquero fue una pieza clave para el combinado rojillo durante sus primeras campañas. Procedente del Melilla, Munir aterrizó en Soria en verano de 2014 con la mente puesta en hacerse un hueco en el fútbol profesional. Durante su primer curso como portero del Numancia, este jugó un total de 25 partidos ligueros, encajando 32 goles. Posteriormente, el siguiente año tendría todavía más protagonismo, disputando 35 encuentros y recibiendo 45 tantos.
Sin embargo, esta situación cambiaría en las campañas 2016-2017 y 2017-2018. En ellas, Munir tan solo defendió la meta numantina en 14 choques de la competición doméstica -tan solo uno liguero en su última temporada como rojillo-. En esta, el arquero perdió la titularidad en favor de Aitor Fernández, clave en los esquemas de un Jagoba Arrasate que llevó al conjunto soriano a la final del play off de ascenso.
Tras este último curso, en verano de 2018, el portero puso rumbo a un Málaga en el que volvería a ser un actor principal, siendo uno de los artífices de la clasificación de los andaluces para la fase de ascenso.