Este año no se sufrirá con el cierre del año y el municipio seguirá disfrutando de las ventajas de estar por encima de esa barrera. El Ayuntamiento recuperará los 13 concejales, se recibirá una importante cifra de los Tributos del Estado y se optará a programas de empleo de la Junta, entre otras ventajas.
El Burgo de Osma-Ciudad de Osma sobrepasará holgadamente los 5.000 habitantes en el cierre del 2022 y este año no se sufrirá ante la posibilidad de caer de un límite que marca numerosas ventajas para el municipio. Ha dado sus frutos el intensísimo trabajo desarrollado, tanto para concienciar sobre la importancia del empadronamiento como a la hora de ofrecer condiciones que hagan atractiva la vida en la localidad.
Con fecha uno de enero de 2022, el Instituto Nacional de Estadística fijaba en 5.023 el número de empadronados. A finales de este mes de diciembre, la cifra que maneja el Ayuntamiento es de 5.200 empadronados. Aunque se asume que se producirán reajustes con los datos del INE, la previsión municipal es comenzar el año que viene con una cifra no inferior a 5.120. Así las cosas, este cierre de año, no sólo se logra permanecer por encima de los 5.000 habitantes, sino que se consigue un colchón lo suficientemente amplio como para transmitir una cierta tranquilidad.
Las consecuencias para la localidad de superar el límite de los 5.000 habitantes son varias y todas positivas. De hecho, en las últimas semanas, ya se ha notado esta circunstancia en algunas convocatorias de empleo.
Gracias a la cifra del uno de enero de 2022, los 5.023 empadronados, el Ayuntamiento burgense recuperará su composición natural con 13 concejales. En las elecciones municipales de mayo del año que viene, ya se votará con esa circunstancia y el Consistorio de El Burgo dejará atrás la estructura actual de 11 ediles con los que ha trabajado en la última legislatura. Además de esta circunstancia, hay muchas otras que inciden directamente en las ventajas para los ciudadanos. Sin ir más lejos, aumentará considerablemente el presupuesto que se recibe de los Tributos del Estado que ahora alcanzará el millón de euros al año.
También, el número de habitantes influye a la hora de participar en algunos programas de empleo de la Junta de Castilla y León. Estos días se ha anunciado la contratación de diez personas gracias a esa circunstancia. El programa Quintel servirá para contratar a siete personas durante seis meses, tres licenciados universitarios y cuatro operarios. El programa Jovel servirá para contratar a tres personas, mejores de 35 años, durante seis meses con cargo de forma íntegra al organismo regional.
El concejal Luis Cuesta, achaca el aumento del padrón a un arduo trabajo de concienciación realizado con las personas que, pese a residir en la localidad, no estaban empadronadas. Se trata sobre todo de ciudadanos que permanecen en El Burgo durante algunos años, mientras dura su destino laboral, pero que también en ese tiempo deben regularizar su situación.
Además, también se han realizado campañas recordando y ampliando las ventajas de estar empadronado para disfrutar de los servicios locales y de las ventajas del municipio. No solo la cabecera, El Burgo de Osma, ha aumentado la cifra en el padrón, también lo han hecho localidades agregadas como Valdenarros, Santiuste, La Olmeda, La Rasa, Lodares o Alcubilla del Marqués entre otras. Las condiciones de los pueblos cada vez avanzan más e incluso ya se ha anunciado que la Banda Ancha cubrirá todas las pedanías al año que viene, significando un importante avance de cara al teletrabajo.
También, se nota un cambio en la mentalidad de los vecinos y su percepción de los derechos y obligaciones como ciudadanos. En los últimos tiempos han sido numerosa la gente que se ha acercado al Ayuntamiento a formalizar su empadronamiento sin necesidad de ningún tipo de invitación.
La valoración del Ayuntamiento de estos datos es muy positiva, aunque es consciente de la lucha permanente que significará la cifra de los 5.000 por un mero cálculo de nacimientos y fallecimientos. La cuenta suele tener un resultado ampliamente negativo, aún más intensificado durante los meses más duros del Coronavirus. Gracias a que son numerosos los que llegan a trabajar y se quedan, se puede mantener El Burgo por encima de los 5.000.