El Ayuntamiento firmará un convenio a petición de Cruz Roja para acoger a un máximo de veinte personas en el centro. Se crearán varios puestos de trabajo cualificados durante los cuatro años por los que se extiende el acuerdo.
El albergue juvenil de El Burgo de Osma se convertirá en un centro de alojamiento de personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional. Así lo han anunciado este martes fuentes municipales donde explican que el Consistorio ha aceptado la propuesta de Cruz Roja y pondrá a disposición de este tipo de necesidades sus instalaciones de la zona de la Dehesa de Osma.
En estos momentos, el albergue acoge a refugiados ucranianos por el conflicto bélico que afecta su país, también con la gestión de Cruz Roja. Ese acuerdo finaliza el 31 de diciembre, por lo que la institución humanitaria solicitaron al Ayuntamiento continuar con la colaboración, ahora enfocada a la ayuda a los refugiados.
El Ayuntamiento ha sopesado la propuesta de Cruz Roja valorando muy especialmente que la asamblea local está detrás y respalda la iniciativa. El alcalde, Antonio Pardo, recuerda que “nos ha parecido aceptable también a la hora de generar empleo porque se crearán varios puestos de trabajo cualificados con psicólogos y técnicos, atendiendo las necesidades de los nuevos inquilinos del albergue”.
Según marca el acuerdo, con la nueva modalidad de colaboración, el número máximo de residentes en el albergue será de veinte personas. El convenio tendrá una duración de cuatro años y el Consistorio recibirá una renta anual de 3.000 euros.
Durante los últimos meses han sido refugiados ucranianos quienes han ocupado las instalaciones. Desde mayo, han ido llegando en diferentes oleadas y muchos de ellos ya hacen vida independiente con su vivienda y su trabajo en la localidad. Sobre todo, se ha tratado de familias con menores que se están integrando perfectamente en los centros educativos burgenses.
En el momento en que estalló la guerra en Ucrania y sus ciudadanos comenzaron a salir del país, El Burgo puso el albergue municipal a disposición de las necesidades que pudieran surgir. Para ello tuvo que paralizar el proceso de licitación de la gestión de las instalaciones que se hallaba abierto.
El albergue burgense cuenta con 72 plazas repartidas en doce habitaciones en la planta superior, cada una con dos literas más dos camas supletorias. En la planta baja dispone de una amplia cocina, comedor, sala de estar y una habitación más.