El 22 de diciembre de 2006, la localidad de Berlanga de Duero se volvió una fiesta y una locura. El número de lotería que vendía el bar J2, procedente de la administración de Almazán estaba premiado...¡CON EL GORDO! Un total de 246 millones de euros llegaron de golpe a esta villa de 1.080 habitantes, en ese momento.
Cuando faltan pocos días para la celebración del popular sorteo de Lotería de Navidad, es bueno recordar qué pasó con los millones del Gordo de Navidad del año 2006 que cayeron en la provincia, muy especialmente en Berlanga de Duero, donde se repartieron 246 millones de euros de los 375 que dio la única administración de lotería de Almazán al vender 1.250 décimos del número premiado 20.297.
Los vecinos de Berlanga todavía se emocionan al recordar ese momento. Aquel 22 de diciembre de hace 16 años fue una locura, una fiesta colectiva. No saben cómo describirlo. La mayoría de las familias fueron agraciadas y pequeños, jóvenes y mayores salieron a la calle a celebrarlo. Alguno no durmió bien durante semanas por no tener el billete del número milagroso que tenían que haber comprado en el bar J2 que lo vendía, pero por esas cosas de la dejadez y de que siempre pillaba mal…Y aún lo pasó peor quien no cumplió el encargo que le hicieron de adquirirlo, que también pasó.
En ese año mágico de 2006, Berlanga superaba los 1.000 habitantes, concretamente tenía 1.080. En el año 2022 la población es de 872. La despoblación del medio rural no perdona en la localidad berlanguesa, a pesar de aquel chorreo de millones que llegó de golpe.
Pero, ¿qué fue de todo aquel dinero, para qué sirvió?, ¿En qué se ha notado en el pueblo?, hemos preguntado.
Nos cuentan que se han arreglado muchas viviendas y se ha construido alguna. La albañilería de Berlanga y de la comarca tuvo mucho trabajo varios años. El premio también sirvió para apuntalar y reforzar algunos de los negocios existentes, así como la creación de un par de establecimientos nuevos de hostelería.
También ayudó a desahogar la situación de los agricultores y ganaderos, sector económico fundamental en Berlanga. Se mejoraron explotaciones, se adquirió maquinaria, y hasta surgió alguna iniciativa, como una finca de trufa.
Pero el dinero del Gordo sirvió, sobre todo, “para solucionar la ‘vida’ a la mayoría de de las familias” y para “tapar deudas”, han recordado a Soria Noticias varios premiados. Una ‘solución’ que se traduce en la compra de viviendas en Soria y también fuera de la provincia, para apoyar los estudios de los hijos; en el pago de las hipotecas de los pisos de otros hijos que ya residían y trabajaban en otras comunidades; en la compra de coches; en la adquisición de fondos de inversión o carteras de acciones… Y también para algún capricho personal, claro, como alguna buena joya. Incluso, todavía queda dinero del Gordo 'guardado' en cuentas corrientes, a la espera de que “haga falta”.
Berlanga “vive más tranquila”, y sus vecinos no dan “muchas vueltas” en pensar si se podía haber hecho más para el desarrollo y futuro del pueblo. No es fácil, explican. Existió un amago de idea para plantear crear una sociedad de capital similar a la constituida en Ólvega hace décadas (PROUNIOL), con la participación de los vecinos. Pero en Berlanga no había un Emiliano Revilla. En definitiva, la vida de Berlanga sigue parecida, y tendrá que seguir luchando para revitalizar su futuro, como ocurre en el resto de los municipios de la provincia, para ganar la batalla a la despoblación.