Los niños sorianos hacen cola frente a las ruinas de San Nicolás para garantizar que Papá Noel escucha sus peticiones.
Papá Noel ha vuelto a instalar su casa en Soria por tercer año para asegurarse de que los niños sorianos reciban sus regalos en la noche del 25 de diciembre. Nuestro visitante del norte nos cuenta que cada niño es distinto: “Hay algunos que se tiran y me abrazan, otros son más tímidos, otros se suben al trineo… Y a todos les gusta mucho la casa.” Pero sean como sean los niños, todos aquellos que han visitado la casa de Papá Noel tienen algo que pedir. “Me piden de todo. Lo que más tablets, ahora con las nuevas tecnologías. Y bueno, algunos me han dicho que no se quede ningún niño sin comer. Me emociona mucho eso.”
Como cada año, su casa ha estado situada en las ruinas de San Nicolás desde principios de diciembre, y ahí seguirá hasta el día de Navidad. Cuenta con un trineo en el que transportar todos los regalos, un reno para tirar de dicho trineo y dos elfas ayudantes que se asegurarán de que en la noche de Navidad, mientras dormimos, todo salga a pedir de boca.
Sin embargo, para todos aquellos sorianos que no consigan ir a verle, Papá Noel tiene un mensaje: “Que pasemos unas felices fiestas, ya que hemos tenido unos años un poco diferentes, y que disfrutemos todo lo que podamos con la familia y los amigos.”