Artículo de opinión de Eder García, soriano comprometido y concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Soria.
Este año 2023 trae consigo, al menos, dos citas electorales en nuestra provincia y, desde mi punto de vista, cuando alguien decide presentarse a unas elecciones es fundamental explicar para qué se presenta. Ese “para qué” puede reflejarse en un programa concienzudo, pero también nos da información la forma de hacer oposición o la actividad previa del que se presenta.
En este sentido, Soria Ya ha confirmado que no tiene ningún proyecto para la ciudad de Soria ni para los 182 municipios restantes de la provincia con su decisión de no presentarse a las municipales. Una decisión tomada por el puñado de personas que gestiona el día a día del partido y que confiesan “no disponer de un número suficiente de personas comprometidas y de confianza para asumir el reto de concurrir a las elecciones municipales. Ni en Soria capital ni en la provincia.”
Ese pequeño grupillo de personas que hurtó las siglas y la trayectoria de lucha y reivindicación de una amplia mayoría sabe que, presentándose a las municipales, iba a sufrir un desgaste que ya sufren en las Cortes de Castilla y León: se presentaron para ser decisivos y son exactamente lo contrario. En ese intento de seguir vírgenes hasta las generales, no están dispuestos a tomar decisiones que, por necesidad, no pueden gustar a todos, como las que se toman en un ayuntamiento y de cuyas externalidades negativas no pueden culpar a otros.
Tampoco les veréis hacerse muchas fotos con el diputado de Teruel Existe, cuyo voto sí que resultó decisivo para la investidura y que ha sido prácticamente irrelevante para su provincia, más si lo comparamos con el nivel de inversiones y proyectos que hemos recibido en la nuestra.
El PSOE nunca ha tenido miedo de que se presentaran. Al contrario. Como suele decirse, “dato mata a relato”, y cuanto antes demuestren su inutilidad para la sociedad soriana antes desaparecerán del panorama político.