Los vecinos han preparado en sus respectivas casas chocolate para desayunar para los niños y moscatel o perolo para los adultos, culminando una jornada muy esperada.
Los vecinos de Martialay han comenzado el año, manteniendo una de sus tradiciones más antiguas. Durante esta mañana, los vecinos más jóvenes, aunque últimamente cada vez más mayores se animan, han llevado a cabo la pedida del aguinaldo, recogiendo por las casas de la localidad fruta, baretillas de turón, monedillas y frutos secos como almendrucos, castañas o nueces.
Durante ese recorrido, tampoco ha faltado una música, procedente de unos pequeños que no paraban de cantar villancicos. Al mismo tiempo, los vecinos han preparado en sus respectivas casas chocolate para desayunar para los niños y moscatel o perolo para los adultos, culminando una jornada muy esperada.