Este establecimiento hostelero agasaja a todos sus clientes con unas tapas muy variadas, que van desde la típica tortilla de patata y las croquetas caseras hasta sabores procedentes de Argentina, tales como las empandas. Además, este negocio no para de crecer, suministrando a los sorianos elaboraciones caseras de La Casona de Santa Coloma, evitando así el viaje a Matute de la Sierra.
La calle Enrique García Carrilero tiene la fortuna de contar con un establecimiento que es capaz de aunar tradición y novedad a la perfección. El Bar Benja, regentado por Eduardo Julián Sanz y por todo el equipo de La Casona de Santa Coloma, desde el pasado 18 de julio es un lugar en el que el paladar de sus clientes se traslada a diferentes galaxias del sabor, empujado por elaboraciones típicas de nuestro país y por otras procedentes de Argentina -lugar de origen de sus encargados-. De la misma manera, este negocio es una especie de máquina de tiempo. Entiéndanme.
Desde el momento que entras por su puerta retrocedes a una época en la que los bares eran el centro neurálgico del barrio. Unos espacios en el que los vecinos se reunían a desconectar de su trabajo, a jugar a las cartas al mediodía o a cerrar acuerdos. “Quiero que los sorianos encuentren aquí un trato agradable. Siempre me gusta recibirles con una sonrisa y que me conozcan. Creo que estoy consiguiendo que los habitantes de esta zona vean esto como algo familiar”, manifiesta Eduardo. Mientras explica ese objetivo, varios trabajadores, aprovechando su rato para el almuerzo, y numerosas madres y padres, que acaban de dejar a sus hijos en la escuela, no dudan en acercarse hasta el Bar Benja para tomar su café y su tapa.
Estos tienen una gran variedad de elaboraciones caseras para elegir. Entre ellas, no pueden faltar los típicos pinchos de tortilla de patata, las croquetas, los torreznos o el morro. Además de estos productos, que no pueden faltar en cualquier bar que se haga preciar, también existen creaciones como unas albóndigas a la Casona, que enamoran a todos los sorianos que las degustan. Prueba de ello son las 60 unidades que puede vender en un día normal este establecimiento. El ají molido, la pimienta, el tomate frito natural y la cebolla dan un sabor muy especial a la carne mixta, convirtiéndola en el manjar más demandado por los clientes.
Junto a todos ellos, los sorianos también pueden viajar hasta Argentina en el Bar Benja. Aprovechando sus conocimientos de la gastronomía de este país sudamericano, sus cocineros preparan unas empanadas muy apreciadas por la gente que las ha saboreado. Estas, formadas con masa casera, mezclan ingredientes como la carne de vaca, los pimientos o ajos, dando un magnífico resultado. Respecto a esta tapa, Eduardo se muestra muy satisfecho por poder ofrecerla, “innovando y trayendo una receta de nuestros orígenes hasta Soria”. Con esa meta de dar a todos sus parroquianos el servicio más variado, sus encargados han dado un paso más en los últimos meses.
En esa dirección, estos han puesto en marcha un servicio por el que las personas de la capital tienen la posibilidad de saborear los platos de la Casona de Santa Coloma sin necesidad de viajar hasta Matute de la Sierra. Los interesados pueden encargar lo que desean hasta las 11:00 horas, contando de tiempo para recogerlo hasta las 15:00 horas en el Bar Benja (no se pueden comer en el propio local ya que ese espacio está destinado al tapeo).
De esta forma, los sorianos pueden probar asados argentinos, costillas a la riojana, cordero a la parrilla o menús vegetarianos, entre otras muchas cosas, sin tener que coger el coche. “Mi padre era de aquí y pensaba que la provincia tenía muchas posibilidades. Está todo por hacer y nosotros queremos innovar con esta variedad que ofrecemos. Por eso hemos vuelto”, indica.
No obstante, los responsables de todo esto quieren seguir dando facilidades a sus clientes. Para lograrlo, se están planteando negociar con alguna empresa de reparto de comida a domicilio para llevar las elaboraciones de la Casona hasta los propios hogares.
Con ese siguiente paso, todavía muy lejano, Eduardo y su equipo pretenden continuar mejorando la experiencia a todos los que pisan su cantina, variando en otros aspectos tales como el café. A tal efecto, estos han implantado el orgánico y natural en su carta de bebidas. A pesar de que al principio los parroquianos se sorprendían al verlo, estos, poco a poco, lo han ido normalizando hasta el punto de preferirlo al normal. Sobre este cambio, el encargado del Benja manifiesta que “es normal que la gente se extrañara al sacarlos de algo a lo que estaban acostumbrados”. Sin embargo, su sabor original, sin agregados, “les ha ayudado a olvidar la variedad a la que se habían enganchado”.
Con todos estos cambios, los nuevos directores de este bar han alcanzado la primera parte de su sueño: darle un lavado de imagen, caracterizado por la cercanía, las tapas, el café y los productos argentinos. Lograrlo no ha sido fácil, aunque el trabajo grupal lo ha hecho más llevadero: “Con mi equipo voy a todas las partes. Sin ellos no hubiera sido posible abrir la Casona y sin ellos el Bar Benja no estaría marchando como va en estos momentos. Es fundamental unir fuerzas y apoyarnos los unos en los otros para seguir dando el mejor servicio posible” , señala Eduardo Julián.
Con ese pretexto y esos ideales por bandera, este negocio te espera con los brazos abiertos en Soria. En él, encontrarás un trato muy familiar que te animará a visitarlo en más ocasiones y que te hará sentir como en tu propia casa. La sonrisa y el saludo nunca te faltarán una vez cruces la puerta del bar, y te encuentres a los camareros de ese respectivo turno. Seguidamente, después de probar alguna de sus muchas elaboraciones caseras, tanto españolas como argentinas, y su peculiar café, tendrás claro que ese momento es el principio de una larga historia entre cliente y bar. Por todo ello, no dudes en acudir a él para adentrarte en una máquina del tiempo que conjuga novedad y tradición a partes iguales.