La borrasca se deja notar en esta demarcación del norte soriano, posando su impronta en vaguadas y en altos. Tejados centenarios y blancos en calles donde el viento se cuela y amontona la nieve caída, en algunos lugares a regañadientes, bajo las órdenes de la borrasca Fien, que trae fríos árticos y envía sensaciones térmicas poco agradables. Las carreteras, con ciertos problemas, llevan a extremar precauciones y no dejarse llevar por la visión de bellos paisajes.