OPINIóN
Actualizado 26/01/2023 13:16:11
Alejandro Ramos

Artículo de opinión de Alejandro Ramos, profesor universitario y secretario de NNGG Soria.

La campaña electoral, oficialmente, no se inicia hasta 15 días antes de que se pongan las urnas. Pero con la presentación de los candidatos, se puede considerar el pistoletazo de salida al año electoral más importante que vamos a tener en los últimos tiempos. Los españoles nos jugamos mucho como sociedad.

En primer lugar, a través de los comicios de mayo en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos, y, posteriormente, en las elecciones generales de final de año, se deberían producir un cambio político, simplemente, por una cuestión de honestidad, dignidad y moral.

No se nos debe olvidar que el gobierno de la nación, hace mucho tiempo ha dejado de gobernar, para mantenerse en el poder a cualquier precio. Frente a las políticas ideológicas y de crispación de esta coalición socialista – morada, la única alternativa posible pasaría por un gobierno serio, con rigor y alejado de los populismo (de izquierdas y de derechas).

La buena política es aquella que no se improvisa, que defiende el interés de los ciudadanos y, en consecuencia, el interés general. Todo ello, respetando las instituciones y cumpliendo rigurosamente con la ley.

Recientemente, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, ha presentado 60 medidas que se compromete a impulsar en cuando llegue a La Moncloa. Las principales serían, la defensa de las instituciones, la recuperación del delito de sedición, la tipificación del referéndum ilegal, la despolitización de organismos como el CNI, el CIS o RTVE, así como la modificación de leyes tan controvertidas como la del “solo sí es sí”. Todas estas medidas tienen un doble objetivo, por una parte, mejorar la calidad institucional de España y, por otro lado, conseguir recuperar el valor de la palabra dada por un servidor público, tan lamentablemente menoscaba por el propio presidente del Gobierno.

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