Varias decenas de ciudadanos de aquel país se concentran en el centro de la capital para poner el foco en la difícil situación que se está viviendo en el norte, donde las asistencias se hallan desbordadas y ante la incertidumbre de que la ayuda internacional no llegue por la inacción de los mandatarios locales.
La plaza de Mariano Granados, en la capital, ha acogido en la tarde de este miércoles una concentración protagonizada por sirios residentes en capital y provincia con la que han querido testimoniar su dolor, y su incertidumbre también, por el grave seísmo que asolaba el lunes el norte del país.
Cerca de un centenar de asistentes acudían a esta convocatoria, cuya cabeza visible ha sido Mejar El Din, presidente de la asociación Siria en España. El portavoz ha subrayado que tras el terremoto, todavía sigue mucha gente bajo los escombros. "No sabemos si están vivos. Los Cascos Blancos [cuerpo de emergencia] se están esforzando para que puedan rescatar a los que están debajo de las ruinas, pero no tienen fuerza para poder continar, porque falta maquinaria y después, cuando se salva a alguien, no hay asistencia sanitaria ni medios para cubrir las necesidades básicas", ha explicado.
El Din ha indicado que con este acto se trata de enviar un mensaje a la ayuda internacional para que los países que la están proporcionando tomen conciencia de la situación, cuya asistencia no pasa solamente por el envío material y de efectivos humanos. Va más allá: "Se están enviando ayudas al gobierno, pero él no tiene nada que ver con el pueblo de Siria al norte del país, donde no hay gobierno y la gente que allí vive ha escapado por la guerra civil, bajo la protección de Turquía".
El portavoz, que lamentaba ayer la pérdida por el desastre de un matrimonio amigo y de su hija amigos suyos, ha recalcado que el Ejecutivo sirio "no deja que vayan las ayudas de países europeos o árabes al norte" como tampoco permite que organizaciones independientes encaucen y gestionen estos apoyos, ya que dicho respaldo ha de ser canalizado a través de medios gubernamentales.
Además, la posibilidad de gestionar la ayuda internacional a través de Turquía también es incierta ya que "ellos tienen lo peor del terremoto", con lo que la tragedia se agrava todavía aún más.
Describiendo el panorama que viven en Siria, el terremoto de ahora añade más peso sobre las cabezas de los sirios, inmersos en un conflicto bélico interno que lleva ya diez años asolando todo el territorio. "Es difícil imaginar cómo hemos estado y cómo estamos ahora. La guerra es diferente a un terremoto: sabes que hay una bomba que puede caer o un ejército que puede atacar pero el terremoto ha venido de repente, con la gente dormida y la ha sepultado".
El acto de hoy en Soria es uno más de los que la comunidad siria ha previsto celebrar en España durante estos días para poner el foco en la necesidad de aunar voluntades para que la ayuda internacional no se vea afectada por el devenir político que vive aquel país.
La sociedad soriana ya ha reaccionado este miércoles con ayudas tanto por parte de la Fundación Pedro Navalpotro como a través de Cáritas, que ha habilitado además cuentas bancarias para recibir donaciones económicas.
La presencia siria en la provincia soriana está en torno a medio centenar de familias, según ha referido Mejar El Din.