A punto de cumplirse un año del inicio del conflicto, los ucranianos residentes en Soria han convocado varias concentraciones para el próximo viernes. Piden que no se olvide que el conflicto continúa cobrándose vidas.
Representantes del colectivo de ucranianos en Soria se han dado cita hoy en la plaza Mayor para recordar que el conflicto en su país está lejos de terminar. "Todos los días Rusia ataca, eso no para. Hay muchos pueblos y ciudades que ya no existen porque no queda nada, ni una casa". "Desde que empezó la guerra, 6 millones de personas tuvieron que abandonar Ucrania y hay 8 millones de desplazados internos". Eran algunas de las frases con las que Irina, Nadia y Marina, emocionadas, trataban de expresar la dura situación que vive todavía hoy su país.
El próximo viernes se cumple un año del inicio de la guerra que propició la invasión rusa de Ucrania y para que nadie se olvide de las graves consecuencias materiales y humanas que ha provocado, representantes del colectivo han convocado dos concentraciones en la capital para el día 24. En la primera, se guardará un minuto de silencio frente al Ayuntamiento de Soria a las 12:00 horas y a las 20:00 horas comenzará en la plaza Mayor una concentración en protesta de una guerra en la que "sigue muriendo gente". "Mi madre me llama cada día y siempre me dice: te quiero mucho, gracias por todo. Yo no quiero escuchar eso pero ella me dice: hija, no sé qué va a pasar en una hora", explica una de ellas, aguantando las lágrimas.
Los que optan por salir del país "por fin pueden dormir por las noches" y en esta época del año, algunas familias se han desplazado a otros países para alejar a sus hijos del frío. A muchos ya no les queda nada en Ucrania. "Mis suegros llegaron el mes pasado, son mayores y toda su vida está destruida, no tienen casa ni nada pero ahora, al menos, están más tranquilos", afirma una de ellas. Algunos, principalmente los hombres, no pueden tomar esa decisión ya que tienen prohibido salir del país, pero se conforman con saber que "su mujer, sus niños y sus padres están bien, seguros y no corren el peligro de que caiga de repente una bomba encima de sus casas".
Calculan que en la provincia de Soria hay aproximadamente unos 300 refugiados ucranianos entre, principalmente, El Burgo de Osma, Abejar y la capital. Aunque algunos han sido acogidos por familiares o amigos que residían en España con anterioridad y otros están bajo la protección de programas de distintas instituciones y organizaciones, la adaptación a un nuevo país tiene sus complicaciones. "El problema es el idioma, necesitamos cursos para aprender español y alquilar piso también es difícil porque no tienes registros de nóminas", recuerdan. Sin embargo, se sienten muy agradecidos y mantienen que disponen de cama, comida, escolarización y la opción de trabajar.
Sin embargo, la principal preocupación de la mayoría de ellos son sus familiares que todavía residen en Ucrania. "La situación es muy crítica, cada día caen bombas, la gente está sin luz, sin agua ni calefacción, están pasando frío y a algunos pueblos y ciudades no llega la comida". Creen que queda mucha guerra por delante y temen nuevos ataques. "Dicen que el día 24 va a volver a atacar muy fuerte Rusia otra vez por Bielorrusia, no sabemos si es verdad o no, pero la gente está muy asustada", detallan.
"La idea es ir más allá y tener esa confrontación que hay ahora entre Rusia y Occidente. Putin no va a ceder, pero es una lástima que esté muriendo gente en el campo de batalla, en nuestro país. Tenemos mucha fé de que esto acabe lo antes posible porque cada día perdemos civiles, soldados, infraestructuras y hay destrucción masiva, el país está volviendo a la época medieval", lamentan.