El objetivo es convertir las viñas de Pie Franco en Patrimonio de la UNESCO. Soria cuenta con entre 300 y 400 hectáreas de este tipo de viñas.
14 bodegas sorianas estarán presentes este sábado 25 de febrero en el Mercado Municipal, plaza Bernardo Robles, con motivo del Segundo encuentro con las Viñas Viejas de Soria.
El pistoletazo de salida será a las 11:00 de la mañana con la cata dirigida por la enóloga Cristina Aldavero. Se probarán cuatro vinos bajo el concepto de la diversidad de los pueblos existe también en el vino. Según ha afirmado Beltrán Sourdais, de la asociación Viñas Viejas, “es importante recalcar que el clima y la ubicación influyen en la uva, en su sabor y su aroma”.
A continuación, a las 12:00 del mediodía se abrirán los stands a todos los amantes del vino que se quieran acercar a probar las 14 bodegas que estarán presentes. Los tickets se podrán adquirir en el recinto con un precio a partir de 1€.
Un año más, el objetivo del encuentro es dar a conocer los vinos y las bodegas sorianas. “Hasta hace poco la denominación de Ribera del Duero era casi desconocido. Queremos potenciar los vinos elaborados con la uva de la provincia”, ha afirmado José María Ligero, miembro de la Asociación Viñas Viejas. Además, otro de los fines es potenciando el producto con la vista puesta en que se generen puestos de trabajo, y con ello asentar población.
Soria cuenta con una gran tradición de vinicultura en la provincia. Tanto es así, que desde la Asociación afirman haber conocido algunas que cuentan con más de 200 años. “Preguntando a la gente de los pueblos, hemos conocido que algunos viñedos habían sido plantados por antepasados de los vecinos, lo que nos ha llevado a remontarnos hasta las dos décadas” ha afirmado orgulloso Sourdais.
A pesar de estos datos, que van del boca a boca, Sourdais lamenta que las viñas más antiguas registradas en el catastro daten del año 1904. Sin embargo, ha querido dar a conocer la fortaleza y la grandeza de los viñedos sorianos, pues el enólogo afirma que sobrevivieron a la filoxera, un insecto que atacó a las hojas y raíces de las vides y que en 1985 destruyó gran parte de las plantaciones de Francia y España, entre otros países.
Este tipo de viñedo tiene un gran peculiaridad, pues se trata de una variedad no injertada, por lo que no hay pie y todo es la misma cepa. Según ha afirmado Sourdais, Soria cuenta con una de las mayores plantaciones a nivel mundial, entre 300 y 400 hectáreas, y el objetivo es “registrar las viñas como Patrimonio de la UNESCO”.