Los actos comenzaron con una cata dirigida por Cristina Aldevero, que invitó a los asistentes a viajar, primero con el vino, y después haciendo turismo por el territorio de la Ribera del Duero soriana, ofreciendo ejemplos de vinos elaborados con uvas procedentes de viñedos de Ines, Matanza de Soria, Soto de San Esteban y Alcubilla del Marqués.
El público soriano se ha dejado seducir por la sinceridad y autenticidad de los vinos elaborados con Viñas Viejas de Soria, como demostraron en la jornada del sábado en el Mercado de la capital, donde se celebró la segunda edición del encuentro de bodegas sorianas que elaboran sus vinos con cepas centenarias y con el terruño como seña de identidad.
Desde la asociación Viñas Viejas de Soria, José Manuel Ligero, quiso agradecer al Ayuntamiento de Soria por la colaboración ofrecida para la organización del evento y especialmente a su concejal de Cultura, Jesús Bárez, “que se implicó al 100%”.
Los actos comenzaron con una cata dirigida por Cristina Aldevero, que invitó a los asistentes a viajar, primero con el vino, y después haciendo turismo por el territorio de la Ribera del Duero soriana, ofreciendo ejemplos de vinos elaborados con uvas procedentes de viñedos de Ines, Matanza de Soria, Soto de San Esteban y Alcubilla del Marqués. “¿Con los ojos cerrados habéis sentido el territorio y el siglo que lleva este viñedo viendo el paisaje”, preguntó Aldavero asegurando que “la paz y la tranquilidad se perciben en estos vinos”.
Para la directora del club de catas del Casino, uno de los nexos de unión de las distintas bodegas que forman parte de Viñas Viejas de Soria es contar con un viñedo muy bien mantenido, que goza de buena salud y que refleja en cada copa la ubicación, la climatología, la caricia del Duero y las arcillas o calizas que alimentan desde el sustrato las cepas centenarias.
“Es un vino sin artificios, supersincero”, reconoció Aldavero, afirmando que las cepas centenarias añaden “un carácter” a cada vino, que hoy es “lo más parecido a lo que harían nuestros antepasados, pero con el conocimiento de hoy”, algo que para ella es “el summum”: una gran materia prima elaborada con respeto absoluto para ofrecer “un producto único”, que cada día atrae a más entendidos del mundo del vino y que “tenemos que preservar”.
Los vinos sorianos se ofrecen como un producto diferente que, bajo el paraguas de la asociación Viñas Viejas de Soria, han sabido conquistar también al público soriano que en esta jornada de sábado abarrotó la planta superior del mercado de abastos para dejarse conquista en cada brindis con los vinos de las 14 bodegas que ayer se dieron cita en este segundo encuentro.
Con ganas de probar las distintas propuestas enológicas que Soria tiene que ofrecer dentro de la Ribera del Duero, el público fue adquiriendo la copa conmemorativa y los tickets de degustación para saborear el terroir y percibir como ese microclima de Ribera se ha convertido en la singularidad de este territorio.
Y la ilusión se trasladaba también desde la organización de la asociación, como insiste su presidente, Bertrand Sourdais, quien volvió a destacar esas cepas centenarias que son prácticamente únicas del oeste soriano y que trabajan unidas estas 14 bodegas sorianas para seguir apostando por Soria, por el terruño y por la singularidad de unos vinos que ya firman autógrafos en los mercados especialistas de mayor renombre, a pesar de elaborarse de manera casi artesanal, con mimo y lejos de las grandes producciones.
Con ese amor por la tierra, el respeto al método tradicional, el frío de la altitud de los viñedos y el legado que aportan unas cepas centenarias, Viñas Viejas de Soria, seguirá trabajando por llevar el nombre de Soria con fuerza en la Ribera del Duero, afianzando su forma de entender el vino.
En horario de mañana y también por la tarde, de 19 a 22 horas, los mostradores de las distintas bodegas de la asociación ofrecerán sus vinos a los asistentes, para que puedan degustar las peculiaridades de la Ribera del Duero Soriana que tiene como seña de identidad la altitud del viñedo, las cepas centenarias, la climatología de la comarca y el tipo de suelo que está permitiendo que cada vez consiga más reconocimientos dentro del sector enológico.