Se espera que a lo largo del mes de mayo se proceda a licitar las obras y esperamos que para los meses de junio y julio ya se pueda comenzar a construir la nave, para poderla equipar durante el primer trimestre del 2024
El Royo será el primer municipio de la provincia de Soria en contar con una nave que servirá de obrador comunitario para realizar la comercialización y transformación de productos endógenos.
El proyecto, según ha indicado el viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina, ha servido para establecer los pilares de la transformación del entorno. “Se va a pasar de un entorno agrario y rural a ser una fuente de riqueza y empleo para la provincia, ya que esta nueva construcción puede llegar a generar 100 trabajos”.
Para realizar esta nueva infraestructura, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) y el consistorio de El Royo han firmado un convenio de cooperación por el que se destinarán una inversión de 737.000 euros, que cofinanciarán el ayuntamiento con una aportación de 100.000 euros y la sociedad el resto. “El proyecto está prácticamente finalizado, pendiente de retoques de distribución interior referente al suelo. Nuestra idea es que a lo largo del mes de mayo se proceda a licitar las obras y esperamos que para los meses de junio y julio ya se pueda comenzar a construir la nave, para poderla equipar durante el primer trimestre del 2024 y se pueda empezar con la actividad”, ha afirmado José Manuel Jiménez, consejero delegado de Somacyl.
La idea de gestión, según ha informado, la delegada territorial, Yolanda de Gregorio, es que la planta no solo sirva para la transformación de frutos rojos, sino que se extienda a la micología. “Toda persona que quiera procesar sus productos podrá ponerse en contacto con el ayuntamiento de El Royo para transformarlos. Además, también tenemos el objetivo de buscar esa marca de garantía o de calidad que ya hemos encontrado en otros productos provinciales”.
El ayuntamiento de El Royo lleva impulsando este plan desde 2016, con el objetivo de recuperar las tierras abandonadas de la localidad e impulsar los cultivos de gran valor.
El edificio constará de una nave de 525 metros cuadrados, con unas dimensiones de 35 metros de largo y 15 de ancho, y una altura de 6.60 metros. Estará ubicada dentro de una agrupación de parcelas con una superficie de 1.696 metros cuadrados.
La construcción tendrá dos plantas, una baja con zona para el obrador, materias primas, almacenaje, envasado, oficinas y cámaras, y una entreplanta con salas de junta y exposición, y una zona administrativa.
También contará con instalaciones contra incendios, instalación eléctrica de baja tensión, iluminación, fontanería, saneamiento, calefacción y climatización. Además, se va a implementar la nave con energía renovable, en este caso fotovoltaica, para que el proceso de producción sea lo más eficiente posible.