Después de mucho tiempo esperando, Thomas Gasowski ha conseguido el dinero necesario para viajar a Menorca, lugar en el que tiene trabajo asegurado.
Si paseas por el Collado durante estos días te darás cuenta de que falta algo. Tras seis meses en la ciudad, ocupando el mismo sitio, unos porches al lado de la Plaza de las Mujeres, que perfectamente podrían llevar su nombre, Thomas Gasowski ha conseguido su objetivo de recaudar dinero para buscar un futuro mejor.
De esta manera, este polaco, que se había convertido en uno de los vecinos más queridos de la capital, se despide de Soria con la misma sonrisa con la que llegó: “Muchas gracias a toda la gente porque se han portado muy bien conmigo. Son personas buenas y tranquilas”.
Ese cariño y ese buen humor con el que se marcha de la provincia es algo que siempre le ha acompañado, independientemente de las circunstancias. Durante este tiempo en El Collado, Gasowski no ha dejado ni una mañana de dar los “Buenos días” a los transeúntes, de mantener conversaciones muy agradables con todos ellos o de transmitir su optimismo intrínseco, mostrando en su cartel mensajes como “Siempre hay gente que está peor que tú”.
“Aunque mi situación cambie, mi humor no debe variar”, manifiesta al tiempo que varios sorianos se acercan para ayudarle por última vez, a la vez que se despiden de él con gestos de enorme cariño, recalcando “que ha sido un ejemplo en todo momento, mostrándose siempre tal y como es”.
Durante este período, Thomas ha se ganado el cariño de mucha gente que le ha ayudado en esta situación tan complicada. En ella, este ha tenido que esquivar el frío de las noches invernales de Soria, acudiendo en alguna ocasión a hostales en los que los dueños le han hecho precio dado su contexto.
De la misma forma, gracias a su carácter y a su forma de ser, se ha hecho amigo de unos Policías Locales que han colaborado con él en más de una ocasión, al igual que Cáritas.
Con todo ello, este polaco “sorianizado” ha vivido su último día en El Collado antes de emprender un viaje hace un futuro esperanzador. Después de varios meses intentándolo, este ha recaudado el dinero necesario para trasladarse a Menorca, isla en la que tiene trabajo asegurado como relaciones públicas.
Dominando siete idiomas diferentes y con su don de gentes, más que demostrado en su etapa en Soria, Thomas Gasowski se despide de la que ha sido su casa, dejando muchos amigos, enfocando sus pasos en un horizonte muy prometedor que se ha ganado con su trabajo y con una forma de ser que perdurará por siempre en los arcos de la Plaza de las Mujeres.
“Hoy es mi último día aquí. I love Soria. Gracias”.