El viento ha marcado la celebración de una de las Procesiones más esperadas de la Semana Santa soriana. Popularmente conocida como La Borriquilla, la procesión del Domingo de Ramos recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En Soria comenzó a celebrarse en 1960 y desde el principio tuvo como protagonistas a los niños, que hoy han vivido la marcha con emoción, liberados ya de las mascarillas que completaron su vestimenta el año pasado.