Los de Iñaki Bea han gozado de sus ocasiones más claras en las botas de Carrillo. Por su parte, los catalanes se han podido llevar los tres puntos con un balón al palo en el último minuto del encuentro.
El Numancia sigue discutido con la victoria, encadenando esta tarde su sexto partido consecutivo sin sumar los tres puntos. En esta ocasión, los de Iñaki Bea han mejorado su imagen, pero la falta de efectividad en el área contraria les ha vuelto a condenar ante un rival como el Barcelona B, situado en los puestos altos de la clasificación.
El duelo ha comenzado con una escuadra soriana con las líneas muy adelantadas, ejerciendo una presión muy alta en busca de recuperar balones en zonas peligrosas. Durante esos minutos, los rojillos también se han mostrado muy cómodos con la pelota, buscando abrir el campo en numerosas ocasiones con varios centros laterales.
Con ese buen comienzo, Carrillo ha tenido en sus botas la primera ocasión local. El talentoso mediapunta numantino le ha ganado la posición a Riad, plantándose solo ante Arnau Tenas. A pesar de ello, este no ha conseguido enviar su disparo entre los tres palos, llegando a molestarle en última instancia el central blaugrana.
Esa acción ha parecido despertar a un combinado de Rafa Márquez que ha entrado muy frío en el encuentro. A través de la posesión, los barceloneses han puesto a prueba por primera vez a Ayesa con un disparo de Luismi desde la frontal. No obstante, el Numancia ha seguido teniendo más protagonismo, siguiendo con su plan de partido, explotando mucho sus bandas -en esa faceta Valín y Dani Sánchez han tenido un papel fundamental-.
Con esa dinámica, Carrillo ha vuelto a gozar de una ocasión clara que de nuevo se le ha vuelto a marchar por encima de la meta de Tenas. Con ello, se ha ido avanzando hasta un descanso que ha bajado las revoluciones del duelo. Tras ese paso por vestuarios, los sorianos han continuado buscando la portería contraria, aunque con menos insistencia que en los primeros 45 minutos.
Con numerosos cambios en ambas escuadras, el partido se resumido en un Barcelona B que trataba de hacerse dueño y señor de la posesión y en un Numancia que insistía con centros laterales, la mayoría de ellos despejados sin problemas por la zaga catalana. Empero, la entrada de Mario Barco y de Jesús Tamayo ha vuelto a animar a unos rojillos que han podido abrir la lata con un disparo a la media vuelta del ariete que ha despejado Riad.
Seguidamente, el comandante ha pedido un penalti por mano que el colegiado no ha señalado, volviéndose locos unos últimos minutos en los que los de Rafa Márquez se han podido llevar el triunfo. En ellos, Fernández ha enviado un disparo al larguero, volviendo sacar a relucir los fallos defensivos de un conjunto que ya pagó muy caro la jornada pasada un error en el 90.
Con todo ello, se ha llegado a un final de un partido en el que una gran parte de la grada ha vuelto a pedir la salida de un entrenador que no consigue dar con la tecla de un conjunto que se sitúa cinco puntos por encima del descenso. De esa forma, la falta de contundencia en ambas áreas vuelve a poner de manifiesto que sin goles no hay sin resurrección y que este combinado todavía tiene mucho trabajo por delante para evitar meterse en problemas en un final de temporada que se está haciendo demasiado largo.