La reforma del reglamento dispara los permisos a foráneos en Castilla y León un 24,5%, con 4.538, una cifra no vista desde hace una década.
La entrada en vigor en agosto del año pasado de la reforma del reglamento de extranjería disparó las autorizaciones de trabajo a extranjeros en Castilla y León, que alcanzaron cifras no vistas desde hacía una década. Los datos que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social, indican que a lo largo de 2022, se otorgaron en la Comunidad, 4.538 autorizaciones de trabajo a foráneos -en este grupo no entran los ciudadanos de la Unión Europea-, lo que supone un 24,5 por ciento más que en 2021, frente a un aumento en España del 21,8 por ciento, hasta las 165.577.
En Soria este tipo de permisos laborales descendieron durante 2022, ejercicio en el que mermaron un 1,7 por ciento, hasta las 296; mientras que en el resto aumentaron a un ritmo de dos dígitos.
Para encontrar una cifra más elevada hay que remontarse al año 2012, cuando se contabilizaron 5.784. Entonces ya habían empezado a desmoronarse las cifras como consecuencia de la crisis financiera y del ladrillo que estalló en 2007, cuando se alcanzó el dato más alto de la serie con 28.290. Entonces el Gobierno se vio obligado a establecer limitaciones y permitir solo el acceso a profesiones que se encuentren dentro del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura que determina el Servicio de Público Empleo Estatal (SEPE), o en el caso de que el empleador acredite la dificultad de cubrir los puestos de trabajo vacantes con trabajadores ya incorporados en el mercado laboral interno.
El suelo en estas autorizaciones se tocó en el año 2016, con 1.830, para iniciar una lenta remontada, con 1.850 en 2017; 1.951 en 2018; 2.231 en 2019; 2.952 en 2020; 3.646 en 2021; y las 4.538 de 2022, al compás de las mejoras económicas y las reformas legales en España.
El informe de avance de estos datos que facilita el departamento Yolanda Díaz precisa que a lo largo del pasado año se otorgaron en Castilla y León, 2.244 autorizaciones de trabajo a hombres extranjeros, con un aumento del 24,9 por ciento respecto a 2021; y 2.294 a mujeres, que crecieron un 24 por ciento. La inmensa mayoría fueron para empleos por cuenta ajena, 4.217, que se elevaron un 25,7 por ciento; frente a las 69 para autónomos, una más que el año anterior.
Provincias
Así, estas autorizaciones se dispararon en Ávila un 50 por ciento, con 264; en Burgos, un 46,8 por ciento, hasta las 813; y en Salamanca, un 32 por ciento, con 640.
Asimismo, cabe destacar un aumento del 30 por ciento en Palencia, 295; una subida del 21 por ciento en León, 617; y un alza del 20,7 por ciento en Zamora, 227. Además, se incrementaron un 15,4 por ciento en Segovia, con 458; y un 14,9 por ciento en Valladolid, hasta 928.
Las cifra pormenorizadas sobre este tipo de autorizaciones sólo se facilitan hasta 2021, cuando la mayor parte de las 3.646 concedidas, fueron para empleados domésticos y otro personal de limpieza (1.318); seguidos por peones agrarios y forestales (466), y de la construcción, minería, industrias manufactureras y transporte (305). Asimismo, por grupos de edad, el grueso, 1.395, fueron para foráneos de entre 25 y 34 años; y 1.134 para personas extranjeras de entre 35 y 44.
La reforma
Cabe recordar que la reforma del reglamento de extranjería se dirigió a facilitar la permanencia y el trabajo de los estudiantes extranjeros y actualizar las figuras de arraigo social y laboral, así como la reagrupación familiar. Asimismo, se creó una nueva figura de arraigo para formación, inspirada en el modelo alemán, para los extranjeros que hayan permanecido en España dos años en situación irregular.
El Gobierno defendió que también impulsa la migración regular facilitando la entrada de emprendedores, favoreciendo la contratación en origen y dotando de más estabilidad a los procesos de migración circular. Asimismo, introdujo mejoras en la gestión administrativa mediante la creación de la Unidad de Tramitación de Expedientes de Extranjería.
Fuente: Ical