“Recorrí toda España en un año como medida de evasión", nos cuenta. Decidió dar un rumbo nuevo a su vida enfrentándose a una nueva aventura: recorrer todas las ciudades de España durante 2022. Lo hizo sola, viajando en autobús y a una provincia por semana. Ahora, desde Zaragoza, donde vive, ya piensa en un nuevo objetivo: Europa.
P: Un viaje en autobús por toda España... ¿Cómo surgió la idea?
R:La idea nació cuando mi madre estaba muy enferma en el hospital. Al fallecer, yo no tenía nada que hacer porque siempre he vivido por y para cuidar de ella. Así que, en ese momento decidí darle sentido a mi vida recorriendo, como medida de evasión, toda España en un año. Me parecía una experiencia personal muy bonita, me hacía ilusión y, además, era una manera de descubrir nuevos lugares porque no conocía casi nada de España.
P: ¿Cómo organizaste los destinos a los que ibas a viajar?
R: Los sitios a los que iba en bus los decidía por proximidad para que me saliera más económico el transporte, para ser más eficaz y aprovechar más el tiempo. He intentado hacer todo el viaje en autobús porque es más barato que otros transportes como el tren o el avión, pero es cierto que la disponibilidad de líneas y horarios han dificultado en ocasiones el viaje. Vivo en Zaragoza, por lo que el primer destino que visité fue Logroño. Me organicé todo el año dividiendo los 365 días entre las capitales de provincia a las que iba a ir y me salió un total de siete días en cada lugar. He recorrido 50 provincias, en algunas he acudido a pueblos vecinos que eran muy bonitos. También he visitado las comunidades autónomas de Ceuta y Melilla, finalizando el viaje en la ciudad de Segovia.
P: ¿Cuál ha sido tu presupuesto para esta aventura?
R: En este viaje no me quería gastar más de 10.000 euros, he procurado hacerlo, pero es cierto que ha superado un poco esa cifra debido al encarecimiento de los precios del transporte y de los alojamientos, sobre todo en verano en las islas. En cuanto a la alimentación, he intentado acudir siempre a sitios de comida rápida, a hogares para jubilados o a comida precocinada de supermercados, siempre buscando lo más barato. En total, ha supuesto unos 13.000 euros todo el año.
P: Si tuvieras que elegir un destino ¿con cuál te quedarías?
R: No puedo quedarme con uno solo, al estar siete días en cada ciudad me ha dado tiempo a familiarizarme con ella y a hacerla un poco mía, me he impregnado de su esencia por completo. Todas tienen su magia, pero sin duda en Melilla sentí una conexión que no había experimentado con ninguna. Repasando el manuscrito que voy a publicar, '365 días organizados de la mujer que chupaba caramelos', he contado cuáles han sido las sensaciones en cada ciudad y todas son diferentes y únicas.
P: ¿En algún momento has pensado en abandonar el viaje y regresar a casa?
R: Al principio, el viaje no fue un camino de rosas. El invierno en el norte se me hizo muy duro, hacía un frío horroroso y estaba todo el día en la calle. En Santiago de Compostela tuve algún inconveniente y en Zamora me puse muy enferma, puede que por Covid, pero aún así decidí seguir mi viaje pese a todo, y aunque mi círculo cercano me pidiese que regresara. Cuando decidí hacer el viaje lo realicé con todas las consecuencias, incluso si enfermaba o moría.
P: ¿Cómo afrontaste esta apasionante aventura?
R: En ningún momento tuve miedo, sí precaución porque nunca había viajado sola. Al principio del viaje iba con mucha tensión porque quería que todo saliese como lo había organizado, de hecho, se me cayeron dos dientes por los nervios. Aún así, el sentimiento principal era de entusiasmo e ilusión por lo que estaba llevando a cabo. Me sentía feliz, libre y, por una vez, protagonista de mi propia vida.
P: ¿Qué es lo que te llevas de esta experiencia?
R: En cada ciudad he vivido momentos inolvidables, estar siete días en un sitio nuevo y en sus alrededores te nutre de vivencias. Además, siempre recordaré cada provincia debido a la cantidad de fotografías que he reunido en un año de todos los lugares, un total de 20.000. Yo soy una persona muy sociable, me relaciono con cualquiera y aprovecho a la mínima para entablar conversación. He conocido a gente maravillosa y a personas con las que ahora sigo manteniendo el contacto. Es una experiencia para conocerte y para vivir tu propio viaje interior. A la gente le sorprendía que hubiese tenido el valor de hacer este camino sola y, sin embargo, para mí, ha supuesto estar en paz y muy tranquila.
P: ¿Qué ha significado para ti este año viajando por España?
R: Sobre todo, estoy muy orgullosa de haber podido llevar este viaje a la práctica y que no haya quedado como un objetivo sin cumplir. A través de esta aventura he sido capaz de ver que no tengo límites, y que a pesar de tener 67 años y de no alcanzar la energía ni la fuerza de una persona joven, he sabido aceptarlo y hacer el viaje partiendo de mi realidad física y psicológica. Ha significado un crecimiento personal, la satisfacción de poder haberlo empezado y finalizado sin problemas. Aunque no haya hecho nada del otro mundo, esta experiencia me ha empoderado como mujer y ha conseguido que perdiese el miedo a la vida.
P: ¿Tienes pensado realizar algún viaje por el mundo?
R: Sí, tengo pensado hacer un viaje por Europa dentro de dos años. Primero tengo que buscar información de los países a los que iría y sobre horarios o monedas, porque no solamente voy a ir a los países que conforman la Unión Europea sino a todos los países que componen Europa que, quitando los que ya conozco, son más de 40. Pretendo estar en cada capital unos siete u ocho días. Este año quiero invertir mi tiempo en promocionar mi libro, y el año que viene prepararme el viaje. Si tengo salud y dinero lo llevaré a la práctica. El objetivo será perder el miedo, sobre todo por el idioma, porque eso me va a aislar mucho en el día a día. Además, tengo la necesidad de descubrir otros países y culturas.
P: ¿Algún mensaje que quieras transmitir?
R: Que nadie se deje influenciar por opiniones de otras personas, porque solo importa lo que uno siente de verdad y cree que es capaz de realizar, sin ninguna atadura ni límites.