El técnico recalcó que fueron capaces de ganar a Teruel de dos formas diferentes, “teniendo que reinventarnos, faltándonos algunos rendimientos importantes”.
Uno de los protagonistas de la temporada del Río Duero no es otro que su entrenador, Alberto Toribio. Desde que el vallisoletano pisó por primera vez Soria hace dos veranos, este ya recalcó su objetivo de hacer crecer al equipo poco a poco hasta llevarle a pelear por los títulos.
A pesar de que parecía un reto muy lejano, dadas las últimas campañas de la entidad lejos de esos puestos, el preparador celeste no ha parado de poner piedras para adelantar los acontecimientos, logrando en su segundo curso aquí el trofeo de la Copa del Rey. No obstante, el cuadro soriano no se ha conformado con ese exitazo, confirmando ayer también su presencia en la final de la Superliga al remontar la eliminatoria frente al CV Teruel.
Respecto a esas semifinales, el técnico hizo hincapié en que fue fundamental “aguantar la tensión, sobre todo en un último set, en el que el saque flotante de Lucas Lorente ha roto el encuentro”. De la misma manera, Toribio resaltó la capacidad de los suyos para “reinventarse”: “Creo que ellos han empezado agarrotados, pero se han llevado el primer set porque no hemos estado finos. Nos hemos tenido que reinventar durante toda la eliminatoria. Allí perdimos de una forma, ayer ganamos de otra y hoy de otra, faltándonos algunos rendimientos importantes”.
Con todo ello, el entrenador del cuadro soriano no pudo esconder una felicidad inmensa, “en la que me acuerdo de todos los sacrificios que he realizado para llegar hasta aquí”. De la misma manera, casi emocionado, este ha incidido de que se trata de “un sueño, en el que solo parecía que creía Alfredo Cabrerizo, pero en realidad llegamos aquí para optar a estas tardes de voleibol”. En esa dirección, Toribio también se acordó de una afición que “es la mejor de la Superliga de largo y de la que me voy a acordar toda mi vida”.
Por otro lado, cuestionado por lo que espera la próxima semana en la final, que arrancará en Los Pajaritos y en la que espera Guaguas, el técnico ha recuperado el mensaje que ya comunicó en la rueda de prensa el pasado jueves: “Nuestra temporada está hecha. Cuando se acabe el último partido vamos a recoger una medalla y eso nos tiene que dar la ventaja de jugar sueltos, con desparpajo y alegría. Tenemos que plantearla para disfrutar”.
En esa dirección, este finalizó poniendo de relieve que los canarios son “un equipazo muy fuerte”. No obstante, esta también afirmó que “nosotros debemos hacer lo nuestro y no olvidarnos de que todo empieza en nuestra casa”.