Dos de sus propulsores han incidido que España es el mayor productor a nivel mundial. No obstante, la mayoría de la producción se exporta y “nosotros queremos favorecer el consumo interno”.
La sede de Cesefor ha acogido esta mañana en Soria la presentación del proyecto, ‘GO Tuber Label’, que tiene a la trufa negra como joya de la corona. Con un presupuesto de 394.000 euros, la Fundación, junto con otros socios, lleva laborando desde comienzos de año en una serie de medidas que tienen como objetivo posicionar a este producto de enorme valor a nivel nacional.
En ese sentido, el coordinador de esta iniciativa, José Miguel Altelarrea, y la responsable de Gestión Forestal y Productos Sostenibles, Arantza Pérez, han hecho hincapié en que debemos “fomentar acciones de promoción, empleando también herramientas para favorecer el consumo de trufa negra en los mercados de proximidad”.
Para ello, ambos ponentes han manifestado que es necesario cambiar ciertas situaciones. En esa dirección, estos han afirmado que España es el mayor productor a nivel nacional. No obstante, “la mayoría se exporta”, “cosa que queremos que varíe, apostando por el consumo interno”.
Dentro de ese reto, Altelarrea y Pérez ha puesto de manifestó que hay “trasladar la importancia de la trufa, creando una marca asociada para que los consumidores conozcan desde el principio al final todos los eslabones de la cadena de producción”. A ese respecto, los dos integrantes del proyecto han apuntado que también será fundamental ampliar los horizontes de esta iniciativa, impulsando la creación de nuevos empleos relacionados con el sector y cuidando los bosques.
Por último, los dos representantes han expresado que quieren conocer a los consumidores o a los hosteleros a través de encuestas para descubrir qué opinión tienen sobre la trufa. En ese proceso, estos responsables quieren demostrar que no es un producto caro, “ya que se usa poco en cada plato, empleándose como una especia”.
Con todo ello, ‘Go Tuber Laber’ seguirá dando pasos en los dos próximos años en Castilla y León y en Cataluña para conseguir que la trufa negra se posicione como un producto necesario en la mesa de los españoles.