El ambiente estaba animado en las calles de Soria. Pasases por el barrio que pasases había ambiente de fiesta, y no es para menos, porque por fin, después de un año de espera, ha llegado el Catapán.
A escasos minutos de que se realizase el traspaso de poderes, los Santos de todas las cuadrillas han realizado la última ronda que realizarán junto a los jurados salientes.
En un principio parecía que la cosa iba a estar tranquila, pero, como diría Rosalía, “¿Chica qué dices?”, la cuadrilla se ha llenado en un abrir y cerrar de ojos. Apenas cabía una aguja en la Asamblea de Vecinos. Máximo silencio cuando se han leído las cuentas, pero es normal, en cosa de dinero no hay que distraerse. Primero se ha procedido a leer los Agés, una lectura que ha levantado la risa de los más pequeños Sanjuaneros al leer la palabra “bola”. Tras él, ha tocado leer la liquidación. Y con lo entrante y lo saliente puesto sobre la mesa, o por lo menos el libro de cuentas, se ha procedido a la cesión del mando. Los jurados salientes han pasado, como marca la tradición, el bastón de mando, un ramo de flores, la talla de la saca, un detalle, que ha sido mutuo entre ambas partes, y el garrafón de vino. Porque, otra cosa puede faltar, pero la bebida de los dioses ¡No! Por ahí si que no pasan los sorianos.
No se puede empezar la fiesta sin que el secretario de este año efectúe el nombramiento de los cargos de las Cuadrillas. Primero los cuatros, luego los dos voluntarios, el sacamozas, el sacamozos y el censor de cuentas.
Ahora sí, ¡Qué empiece el reparto de bebida y comida! ¡Viva Soria! Y ¡Viva San Juan!
¡Ah! y si ves a nuestros fotógrafos no dudes en pedirles una foto, que luego subiremos una maxi-galería de todas las cuadrillas.
El ambiente estaba animado en las calles de Soria. Pasases por el barrio que pasases había ambiente de fiesta, y no es para menos, porque por fin, después de un año de espera, ha llegado el Catapán.
A escasos minutos de que se realizase el traspaso de poderes, los Santos de todas las cuadrillas han realizado la última ronda que realizarán junto a los jurados salientes.
En un principio parecía que la cosa iba a estar tranquila, pero, como diría Rosalía, “¿Chica qué dices?”, la cuadrilla se ha llenado en un abrir y cerrar de ojos. Apenas cabía una aguja en la Asamblea de Vecinos. Máximo silencio cuando se han leído las cuentas, pero es normal, en cosa de dinero no hay que distraerse. Primero se ha procedido a leer los Agés, una lectura que ha levantado la risa de los más pequeños Sanjuaneros al leer la palabra “bola”. Tras él, ha tocado leer la liquidación. Y con lo entrante y lo saliente puesto sobre la mesa, o por lo menos el libro de cuentas, se ha procedido a la cesión del mando. Los jurados salientes han pasado, como marca la tradición, el bastón de mando, un ramo de flores, la talla de la saca, un detalle, que ha sido mutuo entre ambas partes, y el garrafón de vino. Porque, otra cosa puede faltar, pero la bebida de los dioses ¡No! Por ahí si que no pasan los sorianos.
No se puede empezar la fiesta sin que el secretario de este año efectúe el nombramiento de los cargos de las Cuadrillas. Primero los cuatros, luego los dos voluntarios, el sacamozas, el sacamozos y el censor de cuentas.
Ahora sí, ¡Qué empiece el reparto de bebida y comida! ¡Viva Soria! Y ¡Viva San Juan!