Los empleados públicos vuelven a salir a la calle para denunciar el nuevo convenio previsto para estos profesionales.
Un nutrido grupo de auxiliares de biblioteca se concentraban este jueves ante las puertas de la biblioteca pública de Soria para mantener su postura contraria al convenio previsto entre Junta y sindicatos por el que el acceso a sus plazas pueda ser llevado a cabo con una formación distinta a la que estos trabajadores acreditan actualmente.
Los convocados volvían así a mostrar su disconformidad para un acuerdo por el que no se exige requisito para concursar la misma competencia funcional, siendo que lo que se plantea contempla solamente figurar como empleado fijo y pertenecer al mismo grupo y especialidad al que pertenezcan los destinos objeto de la propuesta.
Según aducen, esta labor en las bibliotecas es desempeñada por personal formado en Biblioteconomía, una titulación específica que no será necesaria si el preacuerdo sigue adelante. Algo que mermará la calidad de este servicio público para los usuarios, aseguran.
"Se han rebajado los requisitos académicos", indican en el colectivo, a la vez que razonan que con el nuevo concurso de traslados horizonal cualquier empleado pueda acceder a una plaza, "para la que no ha demostrado tener la preparación necesaria".
Los trabajos propios de un auxiliar de biblioteca no se limintan a prestar y devolver libros, ya que abarcan otros cometidos como información bibliográfica, labores técnicas, registro y copia de fondos nuevos, etc., que exigen una formación adecuada a dichas tareas.