Benito Serrano y Pilar Hernández fueron hace años compañeros de equipo. Ahora se enfrentan por la alcaldía de un pueblo que crece.
Las cifras le muestran buena cara a Golmayo. El municipio, año tras año, se cuela entre los que más crecen y puede presumir de una de las edades medias más bajas de la provincia. Poco más necesita Benito Serrano para encarar una nueva campaña electoral, la quinta en este caso, con tranquilidad y una amplia sonrisa. Lo de haber crecido en votos, elección tras elección, y gobernar con mayoría absoluta durante 12 años influye -seguro- en esta calma, pero él asegura tomarse “muy en serio” esta reválida.
Serrano se sitúa en “la mejor etapa política de mi vida” y, a pesar del paso del tiempo y de que ya no es aquel ‘chaval’ que llegó a ser alcalde con 24 años, se muestra “ilusionado y con todas las ganas y energía del mundo”.
Enfrentarse al líder del PP de Soria es una misión solo apta para valientes, pero arrojo le sobra a Pilar Hernández, alcaldable en Golmayo por el PSOE. Considera que ha llegado su momento tras los 12 años que ha dedicado a sus vecinos como concejal en el Ayuntamiento que ahora pretende dirigir. Recuerda que a la política llegó, curiosamente, como independiente y “de la mano” de Serrano. Ahora confía en el “potencial” de un equipo formado por “profesionales que tienen el punto común de la ilusión de trabajar para y por el municipio y las pedanías donde hemos decidido vivir”. Afirma que salen “a ganar” para demostrar que se puede hacer política “sin crispación y sin enfrentamientos con municipios colindantes”.
Serrano coincide en que él y Hernández representan dos modelos “muy diferentes”. Recuerda su época de compañeros de partido, pero también se acuerda de que “decidí prescindir de su figura porque buscaba otro perfil con otra capacidad de trabajo”. Además, critica que durante la última legislatura, el PSOE “ni ha preguntado ni ha aportado absolutamente nada”.
Este 28M habrá otra lista en liza dentro del municipio de Golmayo. Vox también ha conseguido completar los once nombres necesarios para rematar la candidatura, y Mariano Olalla presentará batalla para colarse en el pleno del Consistorio.
La formación de Abascal no ha necesitado tirar de ‘paracaidistas’ en esta ocasión, pues se trata de vecinos del municipio o de la provincia. A priori, esto perjudicaría a los intereses del PP, pero en 2019 hubo otras dos listas que no consiguieron representación ni arrebatarle la mayoría absoluta a Serrano.
Una de las decisiones más importantes de la legislatura ha sido la relativa al agua. Golmayo se ha desvinculado definitivamente del convenio vigente con Soria y se unirá a la depuradora de Garray para garantizar su crecimiento. Benito Serrano asegura que el municipio no podía soportar más el “bloqueo” impuesto por el Ayuntamiento capitalino. La obra, ya licitada y adjudicada, posibilitará que el desarrollo, tanto industrial como urbanístico, llegue “hasta donde nosotros seamos capaces de gestionar” y, además, “dispondremos de agua más barata”.
Pilar Hernández, que votó a favor de esta decisión en pleno, pide ahora que “esa rebaja que Serrano dice que se producirá”, se repercuta a los vecinos “levantando los mínimos del agua”.
Vivienda y servicios protagonizan los programas electorales de los dos partidos. El PP, de gobernar, solicitará a la Junta la construcción de 72 viviendas de promoción para jóvenes, en venta y alquiler. “Pretendemos que la gente que ha nacido en Golmayo pueda vivir aquí”, dice un Serrano convencido de que el suyo “no es un pueblo dormitorio”.
Presume de servicios y puntualiza que el siguiente paso será “revolucionar” el transporte con un área metropolitana que “pueda llevarnos desde Golmayo a Garray sin tener que pasar por Soria por obligación porque, por ejemplo, habrá personas de nuestro pueblo que quieran ir a trabajar al PEMA”.
Por su parte, el PSOE pide que se mejore la conexión con la capital y esta “llegue también al pueblo de Golmayo. En materia de servicios prometen un centro intergeneracional, un campo de fútbol 11 y un auditorio.