ASDEN indica que en las obras deben de ser incorporadas medidas constructivas para que estas aves puedan seguir nidificando.
La ONU, a través de su Programa para el medio ambiente, expone que el Día Mundial de las Aves Migratorias (13 de mayo) es una herramienta eficaz para ayudar a aumentar la concienciación global sobre las amenazas a las que se enfrentan las aves migratorias, su importancia ecológica y la necesidad de cooperación internacional para conservarlas.
En el ámbito local, ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria, quieren que este mensaje sea extensivo a la situación en la que se hallan las aves más cercanas los domicilios sorianos. Unos animales que en muchos casos son migratorios. En la asociación se han dirigido al Ayuntamiento de Soria y a otros de la provincia, con casos y medidas concretas como son los proyectos municipales de conservación de edificios y construcciones históricas donde nidifican este tipo de aves, y entre ellas los vencejos, una especie cuyas características muestran la dura vida de las aves migratorias.
Según indican los ecologistas, los vencejos, y casi todas las aves urbanas, están protegidos legalmente, lo que "simplemente" conlleva que las obras se realicen con ciertas condiciones para no intervenir en época de nidificación y, por otra parte, incorporar medidas constructivas para que sigan nidificando de forma compatible con la restauración y conservación del edificio. Así se actúa en ciudades próximas como Segovia o Ávila que incorporan estas medidas y a esta fauna como un atractivo turístico; y, sobre todo, como una mejora ambiental de la ciudad.
"Contradictoriamente, el Ayuntamiento de Soria a pesar de su discurso de sostenibilidad y de las misivas ecologistas ha ignorado el valor de estas aves y de sus beneficios para la ciudad: son depredadores de insectos voladores y por lo tanto ayudan a controlar sus poblaciones en entornos urbanos, su canto es una alegría en el paisaje sonoro de las ciudades y su presencia califica la sensibilidad que tiene una ciudad hacia la conservación de la naturaleza", apuntan en ASDEN.
La agrupación considera que es "especialmente grave" lo que ha sido llevado a cabo en el convento de Santa Clara, en el barrio del Calaverón, donde en las obras "estuvieron trabajando el año pasado en la época y en aleros con nidificación de vencejos". Y además, "para más inri, han adoptado medidas constructivas expresamente destinadas a impedir de forma activa y premeditada la nidificación de los vencejos rellenando los huecos donde crían con poliuretano expandido y poniendo estructuras plásticas y chapas. En tales edificios sólo queda una pequeña colonia en el edificio de la oficina del Ministerio de Defensa, donde en cuanto haga calor vendrán a ocupar los nidos que no han sido destruidos".
En el colectivo han significado que los hispanohablantes conocen la poesía 'Volverán las oscuras golondrinas' de Gustavo Adolfo Bécquer, autor que ha sido usado por el Ayuntamiento como reclamo turístico en su lema 'Soria, ciudad de los poetas'.
Para ASDEN, los aviones, que no golondrinas, dejarán de criar en las cornisas y balcones de la ciudad de Soria, - y también los vencejos y murciélagos de edificios históricos-, si no cambia la política ambiental de la ciudad. "Para reducir los daños causados en Santa Clara, al menos a los vencejos, deberían haber dejado y adaptado aberturas bajo el alero, así como poner nidos. A pesar de que ya están a destiempo, es posible hacerlo para evitar el desierto faunístico creado en la Muralla, por ejemplo", concluyen.