Con esta iniciativa se busca limitar los riesgos de las inclemencias climáticas en estas explotaciones para asegurar las producciones y mejorar su competitividad.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se va a reunir con representantes de los operadores de las figuras de calidad diferenciada de frutales de pepita y miembros de las organizaciones profesionales agrarias para presentar la convocatoria de ayudas a inversiones en equipos colectivos (torres calefactadas) de protección frente a las bajas temperaturas, que se publicará próximamente.
La convocatoria de esta línea de ayudas tiene como objetivo limitar los riesgos de las inclemencias climáticas en las explotaciones de frutales de pepita, muchas de ellas asociadas a figuras de calidad, para asegurar las producciones y mejorar su competitividad.
Estas ayudas, acogidas al régimen de minimis en el sector agrario y con financiación íntegra por parte de la Consejería, se destinarán a agrupaciones y entidades asociativas de fruticultores de las especies de manzano, peral e higuera que dispongan de, al menos, una superficie mínima conjunta de cuatro hectáreas colindantes.
Instalación de equipos
La realización de las inversiones destinadas a la instalación de estos equipos contemplará, como mínimo, la ejecución de una instalación tipo predefinida que incluirá al menos cimentación, vallado, torres, quemadores, motores y sistema de hélices.
Para que la instalación sea auxiliable, ha de cumplir las prescripciones técnicas que se recogerán en la convocatoria. El coste modulado de referencia también se establecerá en la convocatoria de la ayuda, con un importe de subvención del 40 % de la inversión auxiliable ejecutada, o del límite máximo reglamentario garantizando para las medidas incluidas en el ámbito de ayudas de minimis.
La concesión de las ayudas se realizará en régimen de concurrencia competitiva, en función del cumplimiento de los requisitos exigidos, con el límite de los créditos presupuestarios asignados a la convocatoria.
También se establecerán unos criterios objetivos de valoración, para establecer un orden de prevalencia entre los solicitantes, como serán la superficie y el número de fruticultores beneficiados en cada solicitud, la localización de las plantaciones en zonas con menciones de calidad diferenciada o el número de fruticultores jóvenes integrados en las agrupaciones y entidades asociativas solicitantes.