Alberto Abad repite como candidato del PSOE a la Alcaldía de Duruelo de la Sierra. Afronta su cuarta campaña electoral, pues a las dos legislaturas como alcalde hay que sumarle otra más en la que fue concejal en la oposición. También ha ejercido como diputado provincial durante ocho años. A sus 57 años ya está curtido en mil batallas, pues su último mandato no ha sido una balsa de aceite. Entre manifestaciones, pintadas, denuncias e inspecciones, presume de haber conseguido subvenciones por más de 7 millones de euros. Su canción favorita es 'La escalera del cielo', de Led Zeppelin. Un rockero sin miedo a la contienda que promete la paz de salir reelegido.
- Encaramos una nueva campaña electoral y, después de 12 años en política, de usted se podría decir cualquier cosa menos que es un recién llegado.
- ¿Eso es bueno o malo? Se puede decir que tenemos experiencia, pero en política se tiene que aprender todos los días. Es cierto que a mí me hubiese gustado aprender a base de zanahorias, pero me ha tocado el palo, qué quieres que te diga.
- ¿Si alguien le hubiese dicho esto cuando el sector de la madera y el mueble eran su vida, se lo hubiese creído?
- Para nada, porque además yo nunca fui activo en política. Era votante del PSOE desde siempre, pero jamás me planteé dar el paso hasta que hubo que hacerlo por el bien de mi partido y de mi pueblo. En 2011 a las puertas de presentar la candidatura todos los miembros de la lista presentaron una dimisión en bloque. En dos días se eligió una nueva y se dictaminó que yo fuese en primer lugar.
- ¿Cómo recuerda el haber pasado de ser un vecino más a ser uno diferente?
- Tengo que reconocer que me asustó muchísimo porque yo estaba en otro sector completamente diferente y no estaba acostumbrado a esto.
- Y con lo desagradecida que se ve desde fuera en la mayoría de ocasiones, ¿cómo se convenció para hacerlo?
- Cuando te metes nunca piensas en lo ingrata que es la política, piensas en lo que puedes aportar por el beneficio de tu pueblo y es ilusionante. Cuando estás dentro cambia la cosa porque normalmente nadie te felicita y los problemas te llueven diariamente. Sin embargo, yo estoy orgulloso de nuestro trabajo, sobre todo cuando salen adelante proyectos como el de Castroviejo o el Plan de Sostenibilidad Turística.
- ¿Está satisfecho de lo conseguido? Se escucharán voces a favor y voces en contra, pero pocos podrán decir que ha pasado los 8 años como alcalde en la sombra o inactivo.
- Mucho. Hemos conseguido subvenciones por más 7 millones de euros durante esta legislatura. Hemos estado activos, y además hemos dado siempre la cara. A pesar de los momentos difíciles, nunca nos hemos escondido. Estuve en la barandilla de la Sociedad durante las manifestaciones contra la decisión del cambio de gestión en la residencia. Muchos creyeron que era una postura chulesca, pero todo lo contrario. Lo hice para demostrar nuestra determinación. Creo que el tiempo nos ha dado la razón porque de no haber actuado así, hoy igual 24 personas estaban en la calle.
- Es quizá este punto uno de los que han resultado más confictivos de su mandato. Se alertó de una posible privatización y muchos criticaron la falta de transparencia.
- En la residencia se ha conseguido una estabilidad y un ritmo de trabajo para los trabajadores. Solo ha cambiado el gerente, nada más. No ha habido falta de transparencia porque yo informé en todo momento a los trabajadores y les prometí que no se iba a privatizar, solo cambiar la gerente. Los estatutos de la Fundación que la gestiona no han cambiado, solo los miembros. La residencia tiene sus 52 plazas ocupadas, gozamos de buena salud y creo que la nueva gerente está haciendo las cosas bien. Había una deuda fuerte y nos enfrentábamos al cierre de la residencia, había que tomar una decisión. Yo no puedo estar más orgulloso de los trabajadores, que en los momentos más duros han dado lo mejor de sí.
- Entre los proyectos, hay nombres más que importantes. El mirador de Castroviejo es ya una realidad. También la Vía Ferrata, y prometidos quedan los 2,18 millones de euros para el proyecto 'KM. 0 del Duero'.
- Estoy muy orgulloso del Mirador. Subo todos los días para poner la oreja y escucho críticas positivas que me llenan de satisfacción. Con la Vía Ferrata también estuvimos denunciados y hubo polémica. Estos proyectos dejan dinero en el pueblo porque los visitantes disfrutan de ellos y luego toman el vermú o comen en Duruelo. El Plan de Sostenibilidad Turística, en el que se encuadra el 'KM. 0 del Duero' puede suponer todo un revulsivo para el municipio.
- No obstante ese dinero no ha llegado. Queda definirlo al detalle y, cuando lleguen los fondos, gestionarlos y justificarlos. Una tarea nada sencilla.
- A nosotros ya nos han ingresado 1,346 millón de euros en una cuenta dedicada exclusivamente para ello. Mis miedos, por ello trabajamos ahora contrarreloj para dejar todo cerrado, es que si cambia el equipo de gobierno pueda peligrar el proyecto. Espero que, de retirarnos los vecinos su apoyo, la oposición haya visto la gestión y sigan con él hacia delante.
- El proyecto está cerrado o queda por concretar detalles?
- La comisión de seguimiento debe dictaminar quien se queda con la gestión y desarrollo del mismo. Yo ahora no puedo adjudicar cosas importantes como las casas del silencio, solo trabajar paralelamente para, en cuanto podamos, pasarlo a la plataforma de la contratación y que no haya marcha atrás. Hasta entonces todo puede peligrar, de ahí mis miedos.
- ¿Los vecinos deberían preguntar por esto a la oposición?
- Yo creo que preguntarán, pero me imagino que en los mítines todos dejaremos claro qué líneas de trabajo pretendemos seguir durante los próximos 4 años. Yo por lo menos sí lo haré.
- Con todo esto sobre la mesa, ¿qué se guarda para los años que están por venir? ¿Nos puede avanzar algo de los puntos fuertes de su programa?
- Seguir con el Plan de Sostenibilidad Turística es fundamental porque estoy convencido de que es el futuro de Duruelo. Por otro lado, y aunque no me gusta crear falsas ilusiones, hemos establecido contacto con una empresa del sector forestal y relacionada con el biodiésel. En tercer lugar, queremos llevar a cabo viviendas de protección oficial. Eson son nuestros tres ejes fundamentales, además de continuar con lo que hemos llevado hasta ahora: niños, mayores y el cuidado y bienestar de todos. Creo que nos hemos caracterizado por ser gente cercana y escuchar las necesidades reales de nuestros vecinos.
- Entiendo que no quiera crear falsas expectativas con el asunto de la nueva empresa, pero los durolenses ya saben lo que es renunciar a ciertos proyectos. Por ejemplo, ¿qué fue de la planta experimental de biomasa del proyecto Steambio?
- Yo prometo que voy a trabajar todo lo que esté en mi mano para que salga adelante. Con Steambio pasaron cosas ajenas a nuestro pueblo. Uno de los socios tuvo un juicio en Francia y eso paralizó todo lo demás y el futuro de la empresa se vió tan frenado que se cayó. Fue un varapalo enorme.
También estuve hablando con dos empresas que iban a hacer pellets en Duruelo. Al final, y aunque el empresario era soriano, les salió una oferta de Navarra y se fueron allí. Lo llevé siempre en silencio y menos mal, porque no hay peor cosa que te quiten la golosina de la boca como nos pasó con el proyecto de biomasa.
- Según el INE, Duruelo tiene 1.063 vecinos. Hace una década se contaban 1.246. Sabiendo que, además, muchos empadronados residen fuera del municipio, mantener población parece misión imposible. ¿Qué propone su equipo?
- Esto lo hemos hablado muchas veces. En Duruelo teníamos todos los huevos en la misma cesta y la crisis del mueble supuso más que un golpe para nuestra economía. Fue un auténtico varapalo. Somos conscientes de que el movimiento mayoritario ahora es el de irse a vivir a Soria u otras capitales. Aquí sabemos de personas que, teniendo trabajo en Duruelo, se han ido con peores sueldos porque consideran que su proyecto vital será mejor en Soria.
Creo que ahora la gente se va desengañando. A mí me ha cargado las pilas que se presentasen 16 jóvenes al puesto interino de alguacil y muchos de ellos residen fuera del pueblo. Pero el problema también son las casas, hay muchas casas cerradas y no se quieren vender. No me sirve que pongan el cartel de SE VENDE si piden una millonada. Activar la vivienda es fundamental y por eso vamos a pedir a la Junta de Castilla y León que construya 22 viviendas de protección oficial.
- ¿El empleo entonces será decisivo? Porque en más de una ocasión se ha hablado de que el Proyecto 'KM. 0 del Duero' llevaría aparejada la creación de 200 empleos, entre directos e indirectos.
- Yo creo que sí, el empleo es decisivo; siempre y cuando se mantengan servicios. Yo si sigo como alcalde prometo que será así.
- Supongo que, de ser reelegido, entre sus deseos también se encuentre el de tener una legislatura más tranquila. La última ha sido más que convulsa con manifestaciones, pintadas amenazantes, denuncias e inspecciones.
- Eso es lo que pido todos los días, pero confío en que la oposición no va a ser la misma porque ha sido infernal, tú misma has enumerado las acciones. El Procurador del Común y yo deberíamos ser más que amigos por todos los expedientes que ha tramitado. También ha habido juicios,...
Ha sido una estrategia de desgaste total. Han estado a punto de conseguir que abandonase, pero a mi equipo y a mi familia les debo serguir adelante. Es mi responsabilidad continuar para que tdo el trabajo no quede en balde.
- Ha intentado explicar todo esto con un folleto para sus vecinos. ¿Cree que han quedado conformes?
- El folleto se ha elaborado para explicar el trabajo de los 4 años. También lo hicimos al final de la anterior legislatura. Creo que Duruelo de la Sierra se ha movido y ha trabajado y eso lo tienen que conocer los vecinos.
- ¿Y de quedar relegado a la oposición, promete más talante?
- Desde aquí lo digo y bien alto. De quedar en la oposición trabajaremos de forma tranquila y por el beneficio del pueblo. Mi forma de ser no va con eso. Se puede discutir, porque discrepar es beneficioso para alcanzar un consenso, pero el miedo no es bueno y el conflicto entre vecinos tampoco. Hay que vender que es bueno vivir aquí.