Este cambio afecta a varias categorías y a unas 90 personas en toda la provincia de Soria. Las trabajadoras temen que esta rebaja en los requisitos y formación necesarios para acceder a su puesto repercuta en la calidad de vida de los usuarios.
Las cuidadoras del Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual Ángel de la Guarda han celebrado esta mañana un ‘funeral’ en el centro de la capital. Esta protesta pretendía simbolizar la ‘muerte’ de la calidad asistencial de los servicios sociales y de sus propios derechos tras la firma del nuevo convenio colectivo. El documento, que entrará en vigor a partir del 1 de julio, mantiene sus salarios pero rebaja los estudios necesarios para acceder a esta categoría (de grado superior a grado medio) e incluye nuevas funciones para estas trabajadoras. En la provincia de Soria, el convenio afecta a unas 90 personas y a alrededor de 600 en toda Castilla y León. A este colectivo solo le queda acudir a la vía judicial para reivindicar sus condiciones.
Pilar Verde, una de las cuidadoras que se han manifestado esta mañana, lamenta que no se respete ni siquiera la categoría de la titulación con la que ellas entraron a trabajar y que la formación necesaria para desempeñar estos trabajos sea menor. Alertan de que esta disminución de categoría afecta, por encima de todo, a los usuarios, ya que conllevará una disminución de la calidad de la atención que van a recibir. Verde asegura que con una certificación de estudios de grado medio o con haber pasado "un examen" para cuidar de alguna persona dependiente, podrían acceder a trabajar en estos centros.
“Nos ponen un montón de funciones”, apostilla la cuidadora, aunque reconoce no saber todavía cuáles son esas tareas, ya que no se las han especificado. Lo que sí tienen claro es que pasarán a asumir ciertas responsabilidades sanitarias, mientras que hasta ahora solo daban medicación a los pacientes si existía una orden por escrito y esta ya estaba preparada de antemano por la enfermera. “Hemos reivindicado a los sindicatos, que son los que se supone que nos tienen que defender y nos dicen que es un convenio buenísimo, pero nadie sabe decirnos qué es lo bueno”, asegura Verde.
El cambio de categoría, según la representante de las cuidadoras, implica también un “aislamiento” de las trabajadores, que solo podrán trabajar en residencias de ancianos y centros de discapacidad. Alerta de que esta rebaja en la titulación afecta a otras categorías como mantenimiento o auxiliar de biblioteca, pero que otras trabajadoras han subido de categoría. Verde apunta a intereses económicos de la administración y asegura que esto también ha pillado por sorpresa a aquellos que acaban de aprobar las oposiciones: “pensaban que eran de una titulación de FP superior, pero de repente, cuando cojan la plaza que ya han aprobado, van a coger una plaza de grado medio”.