Iker Nubla pasaba el fuego en recuerdo de su primo Lander, que falleció recientemente. Además, los vecinos de San Pedro Manrique hacían una excepción permitiendo al padre de Lander atravesar la alfombra de ascuas, a pesar de no ser hijo del pueblo.
Iker Nubla pasaba el Fuego ayer en San Pedro Manrique por primera vez. Este hijo del pueblo, con sangre sampedrana por parte de madre, continuaba con una tradición milenaria que simboliza a la vez recuerdo y nuevos comienzos. "Un momento único", en palabras del propio Iker. Pero igual que todos y cada uno de los pasadores, que depositan sus sentimientos más profundos en cada uno de los pasos que dan sobre la incandescente alfombra de la noche de San Juan, el joven tenía una persona en mente al pasar.
Iker hablaba con Soria Noticias entre abrazo y abrazo de decenas de sampedranos que no podían evitar pasar a mostrar su cariño, su apoyo y sus felicitaciones por la forma en la que acababa de completar el catártico ritual. Y es que Iker pasaba en recuerdo de su primo, Lander, que falleció hace un par de meses. "Lo he hecho en su honor porque él este año quería pasar por primera vez y como no va a poder, lo hago por él", explicaba, muy emocionado.
Los vecinos se volcaron para recordar a Lander, permitiendo incluso que su padre pasara el Fuego, a pesar de tratarse de un ritual reservado a sampedranos e hijos del pueblo, una regla cuyas excepciones se pueden contar con los dedos de una mano. Un acto de comprensión y cariño que se vio reflejado en las masas que arroparon y abrazaron a ambos pasadores al llegar al otro lado de la alfombra de ascuas al terminar un homenaje inolvidable.