Contra todo pronóstico el tiempo ha respetado en un recorrido en donde los novillos han estado dispersos. La imagen más entrañable la han dado unos cuantos novillos que se han colado en el recorrido por la ciudad.
Cañada Honda estaba vibrante esta mañana. Las dulzainas no paraban de sonar, las rondas en los chiringuitos no cesaban, pero lo que más latente estaba eran los nervios de todos los asistentes. Mientras unos cuantos esperaban impacientes a que se abriesen las puertas de los corrales, otros cientos de sorianos se desesperaban en las casi interminables caravanas de coches desde Soria hasta el monte.
Mientras tanto, la estampa más vista era la de los caballistas rondando por las praderas mientras las familias enteras desplegaban sus mesas y sillas para disfrutar de una gran merienda familiar.
A unos minutos para las 12:00h ha sonado el primer chupinazo. Con los pelos de punta ha sonado el segundo y con él las puertas del corral se han abierto dejando un pasillo. Los novillos han salido rápidos y arropados, pero uno de los toros colorados ha cogido la cabeza de la manada.
En apenas unos segundos han llegado a la curva del Hotel Valonsadero, momento en el que de ir hermanados han pasado a dispersarse. Entre la polvorera han desaparecido cuatro animales. Después de unos minutos de desconcierto, desde lo alto del hotel los espectadores han avisado a los caballistas que se encontraban entre los matorrales, quiénes han realizado varios intentos para sacarlos. Y, finalmente han conseguido encaminar a tres de ellos.
El último ha costado más orientarle e incluso ha dado un par de revolcones a los jóvenes que intentaban redirigirle, hasta que ha tomado la dirección adecuada. Tras dar juego y algún que otro susto y revolcón, en torno a las 13:00h los 12 astados han llegado a la Vega de San Millán. En esta primera etapa ha llamado la atención un accidente de un coche que ha impactado con un caballo, lo cual ha hecho que el caballista cayese al campo y fuese revolcado por el astado, dando como resultado que se fracturase una costilla.
Una hora y media más tarde ha comenzado la segunda salida. Complicada y dispersa, con seis novillos que han cogido dirección rápida hasta el segundo descansadero y otros seis despistados que se han quedado rezagados con varias idas y venidas de un descansadero a otro. En este tiempo se han podido ver como el toro ha dado una pequeña envestida sin producir ningún daño a un mozo de la Peña ‘Los Que Faltaban’.
Tras varias horas, y dos intentos para que los astados saliesen de los corrales, 10 toros han conseguido llegar a la Venta del Aire, mientras que a dos han tenido que subirlos al camión agotados y sin ganas de continuar con la fiesta.
Cuando han pasado las 16:30h se ha dado el último pistoletazo de salida, los astados han salido rápidos y parecía que todos iban bien direccionados. Sin embargo, en contra de la imagen inicial, uno se ha quedado desde el comienzo bajo un arbusto sentado a la sombra, mientras otros se quedaban anclados por Losán para dar juego a los mozos que iban haciendo el recorrido a su par. Con un último tramo a paso lento de algunos de los astados, los novillos han envestido a las talanqueras produciendo algún que otro susto a los espectadores que se encontraban detrás de la barrera. Finalmente, y cuentagotas uno a uno ha ido llegando.
Y, entre tanto toro, caballista y joven, la sorpresa la han dado unos cuentos ternerillos que han ido acompañados de mansos por las calles de la capital ante la atenta mirada de todos los vecinos.
Después de más de seis horas y media de Saca, diez novillos han llegado al Coso de San Benito.