El covaledense ha comenzado esta semana su tercera temporada como preparador físico del conjunto francés. En ese período, ha disputado la Champions League y ha ganado una Supercopa.
¿Cómo es posible que un pueblo soriano siga cada fin de semana al Lille? Muy fácil. Covaleda permanece muy atenta a las andanzas de uno de sus vecinos más universales. Con tan solo 28 años, Mario Sandúa afronta esta campaña su tercera temporada como preparador físico del conjunto francés.
Pero, ¿cómo llegó hasta aquí tan joven? El covaledense comenzó su andadura en el Marbella. Allí conoció a una persona que trabajó anteriormente en el PSG y que, posteriormente, le ofreció que se uniera a su equipo en el Lille dentro del departamento de rendimiento: “Llevaba tres temporadas consecutivas en 2B y tuve la oportunidad de ir a una de las mejores ligas del mundo a un conjunto que se acababa de proclamar campeón y que iba a jugar la Champions. Para mí suponía cumplir un sueño antes de lo que nunca antes me hubiera imaginado”.
Con recuerdos imborrables en la memoria, el de Pinares jamás podrá olvidar la primera vez que escuchó el himno de la Champions o el momento en el que su equipo se proclamó campeón de la Supercopa de Francia a los pocos meses de llegar. De la misma manera, Sandúa también se muestra impresionado por todo lo que conlleva su profesión a este nivel. En esa dirección, manifiesta que “es increíble ver todos los recursos que tenemos a nuestro alcance, algunas veces llega a ser surrealista”, y las personas que siguen este deporte en el país. A tal efecto, pone ejemplos como el Vélodrome, estadio del Olympique de Marsella en el que se genera un ambiente único.
Asimismo, el compartir vestuario con jugadores de calidad mundial es otro de los aspectos que le ha llamado la atención desde un principio: “Me encantó conocer el profesionalismo y el amor por la profesión que tenía José Fonte cerca de los 40 años. En cuanto a talento, Adam Ounas me impactó”. A su vez, se ha tenido que enfrentar a futbolistas de talla mundial como Leo Messi o Mbappé. A ese respecto, incide en que al “jugar contra ellos te das cuenta de que practican otro deporte, tienen un talento sobrehumano”.
Por otro lado, Mario Sandúa confiesa que es un tanto difícil vivir lejos de casa. No obstante, siempre que puede regresa a Covaleda: “Es complejo estar fuera, pero es la experiencia que he elegido y que me aporta muchas cosas. Es lo que mejor para mí y mi familia en estos momentos. Además, en vacaciones voy al pueblo por encima de cualquier otra cosa”.
En esas visitas, este preparador físico se da cuenta de que la localidad pinariega se ha vuelto fanática del Lille, “ya que casi todo el mundo lo sigue, me pregunta cómo vamos y me pide en más de alguna ocasión alguna camiseta”. Con todo ello, el pinariego sigue centrado en su futuro en el país vecino, aunque no descarta regresar a España a largo plazo.