La carta de Sergio García, director de Soria Noticias.
Las remontadas convierten algo catastrófico en algo ilusionante..., al menos durante un tiempo. Por eso, los equipos de fútbol evocan el espíritu de Juanito o el aura salvadora de Messi, aunque luego te elimine el Olympique Lyon o el Bayern de Múnich te pinte la cara en casa. En cualquier caso, las remontadas son una epopeya romántica que permiten unir voluntades y que, además, tienen otro perverso efecto que bien conocen quienes las invocan: aplazan críticas y análisis y, por la propia condición humana, todo aquello que se posterga acaba perdiendo fuerza.
En la remontada está el PSOE y su líder, que ha dedicado las últimas tres semanas en tratar de convencernos de que lo que hemos visto en los últimos cinco años ha sido mentira. Sánchez, que busca escribir el capítulo más épico de su ‘Manual de resistencia’, nos quiere hacer creer que no ha colonizado las instituciones, que no ha mercadeado con los indultos a los políticos catalanes, que no ha realizado concesiones a Bildu para sacar adelante sus Presupuestos, o que no ha traicionado la posición de España frente a Marruecos.
Y en eso ha centrado la precampaña, en tratar de vendernos la idea de que él no ha mentido, que -simplemente- ha cambiado de opinión por nuestro bien. Nunca una cita con las urnas tuvo una reflexión tan filosófica. ¿Y qué es la mentira? Y tú me lo preguntas, mentira eres tú. Porque Sánchez ha pasado al ataque y ha decidido invertir la carga de la prueba atacando a los medios de comunicación, acusándoles de mentir y manipular, de crear fake news y de intoxicar. El objeto de control controlando a los controladores para virar el relato. Y como quiera que el presidente Sánchez sería capaz de venderle a un esquimal hielo o que la economía no va tan mal como algunos (muchos) vaticinaban, el espíritu de la remontada comienza a abrirse hueco en el panorama político nacional.
Eso obliga a Feijóo, que parecía destinado a llegar a Moncloa simplemente por no ser Sánchez, a remangarse y salir del fango de sus pactos con Vox. El líder gallego se vende como un político “fiable” y “moderado” que no buscará las revanchas. Promete el PP medidas de apoyo a las clases medias, como la rebaja del IRPF por debajo de los 40.000€, junto a otras que, por más matraca, ocupan muy poco al ciudadano medio, como la desocupación en 48 horas. En total, 365 medidas anunciadas, una de ellas la reducción de los costes laborales en Soria, Cuenca y Teruel, algo que el PP ha prometido como “el máximo aprovechamiento de las ayudas al funcionamiento”, aunque suponga la bonificación del 20% solo de la Seguridad Social y no de los costes laborales.
El PSOE se agarra a la subida del salario mínimo o de las pensiones, mientras en Soria pide no poner en riesgo proyectos como el Centro de Refugiados o el Centro Nacional de Fotografía. Y Soria ¡YA!, esperando no haber perdido fuelle para pegar una patada en el tablero político provincial. Veremos.