La Junta de Castilla y León alcanzó un acuerdo con los sindicatos en el marco del diáologo social. CCOO pide periodos más largos de trabajo con mejores condiciones para los trabajadores, regular las jornadas y que se convierta en un servicio 100% público.
El operativo de prevención y extinción de incendios de la Junta de Castilla y León se compone de 3 equipos: uno formado por personal funcionario y laboral que depende directamente de la administración regional, otro grupo formado por trabajadores de la empresa semipública TRAGSA y el último, que integra el personal de las cuadrillas tanto terrestres como helitransportadas (111 y 75 respectivamente) de hasta 30 empresas privadas, 6 en el caso de Soria. Son las condiciones de este último colectivo, que componen 1.801 trabajadores en toda la región y 150 en la provincia de Soria, las que más preocupan a CCOO.
El sindicato denomina a estas cuadrillas privadas "2x1", porque no solo se encargan de la extinción de incendios sino también de desbrozar y limpiar el monte. "Al menos en la época estival de altas temperaturas, tendrían que estar de forma permanente en guardia y no compartiendo tareas, porque están trabajando en el monte y les puede tocar salir a incendios incluso si ha terminado su jornada laboral", ha denunciado esta mañana Juan Manuel Ramos, responsable autonómico del Sector Forestal de CCOO.
Sin embargo, está previsto que este modelo ya no esté en funcionamiento en 2025 por el acuerdo alcanzado en el diálogo social entre Junta y sindicatos el pasado 27 de septiembre de 2022, para que este operativo pase a ser público al 100%. Esto incluye otras mejoras de sus condiciones, como el aumento de los 4 meses hasta los 9 meses de trabajo (el año pasado tan solo trabajaban durante 3), aumentar en dos trabajadores más, hasta los 7, la plantilla de las cuadrillas que operan durante el invierno y formar a todos sus integrantes en primeros auxilios.
También cambiará el equipamiento de los trabajadores, como los actuales cascos que "no se ajustan a las necesidades del trabajo" y se reconvertirán los medios técnicos, dejando atrás "emisoras de hace 20 y 30 años" con las que habían estado trabajando, mejorando las bases de los helicópteros y dotando a las cuadrillas de instalaciones para descansar y cambiarse, que hasta ahora eran, en muchos casos, "chozos hechos con ramaje". Además, pasarán de ser peones a ostentar la categoría de especialistas, contarán con un pack de avituallamiento individualizado y dejarán atrás los trabajos "por rendimiento", que les obligaban a cubrir determinadas hectáreas: "eran trabajos del s. XIX, en condiciones de semiesclavitud".
El sindicato ya denunció ante inspección de trabajo la problemática que generaba que los trabajadores tuvieran que llevar sus monos ignífugos a casa, con los componentes cancerígenos del hollín y limpiarlos en sus propias lavadoras. A partir de 2023, serán las propias empresas las que deberán lavar y descontaminar este equipamiento. El próximo objetivo de CCOO es recabar datos sobre jornadas laborales de hasta 22 y 24 horas que, según ha asegurado el responsable sindical, sufrieron estas cuadrillas durante el pasado ejercicio al verse obligadas a desplazarse hasta otras provincias para sofocar incendios, para poder presentarlas ante este mismo organismo. Ramos asegura que CCOO va a continuar con el seguimiento que viene haciendo visitando estos equipos, que se reparten por toda la provincia.
Amor Pérez, secretaria general de Industria de CCOO en Soria, considera todas estas reivindicaciones imprescindibles por el componente estratégico del sector forestal, que "vertebra el medio rural y asienta población en nuestra provincia": "En Soria la masa forestal es importante y podría ser una vía de salida para los jóvenes y la mujeres". Por otro lado, ha destacado que el cambio de la subcontratación a "empresas que están más pendientes del beneficio para sus accionistas que de las condiciones de los trabajadores" a la integración en lo público, permitirá conseguir mejores condiciones laborales y más medios para estas cuadrillas.
Soria sigue siendo una de las zonas de Castilla y León menos asoladas por los incendios de verano, algo que Ramos achaca a la "gestión forestal" que se lleva a cabo en la provincia. "Muchos montes son de utilidad municipal y eso hace que las personas que viven en el medio rural y los pueblos se ocupen de esta gestión, porque en algunos casos son su medio y su modo de vida", ha explicado.