La condición de socio necesario de Vox imposibilita de facto cualquier acuerdo para llevar a Feijóo a la Moncloa. Sánchez podría volver a ser presidente si logra los votos favorables de ERC, Bildu y el PNV, aunque estaría en manos de Carles Puigdemont que podría abocar a España a la repetición de elecciones si votan no tanto a PSOE como a PP.
Victoria amarga del Partido Popular en las elecciones generales del 23J. Alberto Nuñez Feijóo se queda lejos de las expectativas y de lo que marcaban las encuestas. Aunque los populares han subido 47 escaños, se han quedao en 136 diputados. El PSOE, por su parte, ha vencido todas las previsiones y ha logrado no solo 122 escaños (2 más de los actuales) sino también quedarse muy cerca del PP con el 31.7% de los votos frente al 33% del PP.
Resultados casi idénticos de los segundos partidos de cada bloque. Con más de 3 millones de votos cada uno, Vox ha logrado 33 diputados (19 menos que hace 4 años) y Sumar 31. A partir de ahí, con la derecha en 171 diputados (sumando los de PP, Vox, UPN y Coalición Canaria) y el actual gobierno sumando 153 escaños, entran en juego los partidos nacionalistas.
Repitiendo los apoyos que hicieron a Sánchez presidente hace 4 años, aunque en esta ocasión tanto ERC como Bildu deberían votar a favor y no abstenerse, la izquierda alcanza los 167 escaños (contando el del BNG). Con esos 2 bloques definidos, dos partidos nacionalistas tendrán la llave para decidir lo que pasa en España. Se trata del PNV con 5 diputados y con Junts, el partido de Carles Puigdemont heredero de Convergència i Unió, con 7.
Ambos partidos han estado ligados siempre a la derecha y a las clases acomodadas, industriales y burguesas del País Vasco y Cataluña, pero en la actual situación parecen más dispuestos a apoyar a Pedro Sánchez que a Nuñez Feijóo. La condición de socio necesario de Vox para el PP imposibilita de facto que estos partidos puedan propiciar que gobierne la derecha.
Pero no valdría con que los 2 se abstuvieran. Sumando los 5 votos del PNV al bloque de Pedro Sánchez, lograrían 172 votos a favor, uno más de los que tendrían en contra de todo el bloque de la derecha. En ese escenario, bastaría con una abstención de Junts para hacer presidente de nuevo a Pedro Sánchez en una segunda votación.
Pero si los de Puigdemont deciden votar en contra o ponen un precio tan alto a su abstención que ni este PSOE este dispuesto a asumirlo, España podría encaminarse a una repetición de las elecciones a la vuelta del verano.