El ariete ha hecho hincapié en que a pesar de tener ofertas de Primera RFEF, “la mejor opción era volver a Soria”.
Lupu y el Numancia. Una combinación que funcionó a las mil maravillas hace apenas año y medio vuelve a unir fuerzas con el objetivo de repetir el resultado final. Después de una temporada separados, en la que no les han salido las cosas a ninguno de los dos, el ariete rumano regresa a un club en el que metió nueve goles en apenas medio año.
A la hora de analizar su fichaje, el director deportivo de la entidad, Álex Huerta, ha incidido en que “supone una presentación muy especial y deseada por todas las partes, ya que es un jugador que es historia reciente del Numancia al ser uno de los protagonistas del último ascenso”.
Por su parte, el delantero no ha escondido su deseo de regresar a tierras sorianas a pesar de contar con ofertas de Primera RFEF: “Ha sido una decisión personal. Hablándolo con mi representante pensamos que era la mejor opción por todo lo que viví aquí y por lo que me aportó el club, la ciudad y mis compañeros”.
Con una ilusión enorme, el ariete rumano se ha mostrado ambicioso, recalcando que viene para ascender y para intentar duplicar la cifra de goles que logró en su última estancia en Los Pajaritos. No obstante, para ello todavía tiene que trabajar mucho al llegar de un curso difícil en la que las lesiones le impidieron sacar su mejor nivel.
Recuperándose de su operación en los tendones, Lupu ha reconocido que en estos momentos se encuentra al 80%, aunque espera estar en dos semanas a las órdenes de un Javi Moreno que “me pide que me quite el miedo que tengo a la hora de entrenar y que me tome con calma estos días dado que lo importante arranca el 3 de septiembre”.
Por último, el delantero ha recalcado el buen ambiente que se respira en un vestuario en el que tan solo quedan Jesús Tamayo y Óscar De Frutos de hace dos campañas: “Al final te adaptas muy rápido a la que fue tu casa. Llevo una semana y parece que estoy aquí desde hace meses”.
De la misma forma, ha agradecido a los numantinos el cariño que le han dado desde el primer momento en el que se puso la elástica rojilla, poniendo de relieve que en esos instantes “era lo que necesitaba para volver a sentirme futbolista”.