PROVINCIA
Actualizado 06/08/2023 19:48:07
Ana Barbero

Hemos recopilado seis pasatiempos a los que seguramente hayas jugado durante las tardes de verano o, sino, hayas oído hablar de ellos. Algunos todavía se siguen practicando en todos los puntos de la provincia, aunque principalmente por la gente mayor.


Seguro que en las tardes de verano en el pueblo, días en los que los veraneantes llegaban de la ciudad para llenar las casas de los pueblos de sus abuelos, te has juntado con amigos para disfrutar y jugar con ellos. Esta es una tradición que sigue ocurriendo año tras año y que llena de vida las localidades que lamentablemente durante el invierno se encuentran prácticamente vacías.

Los días estivales son largos, con muchas horas de luz, lo cual es la fantasía de los más jóvenes para no pisar por casa en todo el día. El entretenimiento de la juventud ha variado año tras año, implantándose las nuevas tecnologías y colocándose en el puesto número uno. Pero… antes de que llegase a qué jugaban nuestros padres y abuelos?

A continuación recordamos seis juegos populares típicos sorianos que quizá quieras anotar para alejar de la pantalla a tus hijos o nietos y enseñarles cómo era la diversión hace unos cuantos años atrás.

La Calva

Se trata de un juego que continúa practicándose en algunos pueblos sorianos, sobre todo en épocas de fiestas, momento en el que incluso se realizan campeonatos. Pero, para todos aquellos que no saben cómo jugar he aquí la explicación. Hay que tener un palo de madera (la calva) y luego unas piedras o piezas de metal con la base plana (los guarros). El mecanismo es sencillo, ya que consiste en dar a la calva colocándose a una distancia de unos 10 metros, eso sí, debe ser un golpe limpio, es decir, sin que golpee primero en el suelo.

Aviso a jugadores, parece fácil, pero es más difícil de lo que se cree, aunque con un poco de práctica se puede llegar a ser el rey de ‘La Calva’.

Las judías

Este juego es muy sencillo, ya que apenas tiene misterio, y se puede practicar en cualquier momento, e incluso, si no hay judías, pues se puede utilizar cualquier otro elemento.

Para jugar tan solo habrá que hacer cinco agujeros en el suelo, dos arriba, uno en medio y dos abajo (como si estuviésemos dibujando el cinco de un dado). Luego a una distancia prudencial se tienen que lanzar las judías con el objetivo de introducirlas en los hoyos. Todos los jugadores comenzarán con el mismo número de judías, y una vez las lance se quedarán ahí, a no ser que se “enceste” en el agujero del centro, en ese caso el jugador se llevará todas las de los otros hoyos. Obviamente gane el que recolecte más.

Alentrujo

Este es un juego que todavía se practica mucho aunque, por así decirlo, modernizado al uso de monedas. Si alguna vez has jugado a las Chinas, es el mismo mecanismo. En este caso se trata de tener un número de piedras y alubias, y sin que los otros jugadores lo vean escoger una cantidad de las dos, de una o de ninguna (esto dependiendo del número con la quieras jugar). El objetivo, que el contrincante adivine el número de alubias y piedras que escondes en tu puño.

Zapatilla por detrás

Este juego quizá es uno de los que todavía se continúa jugando en el colegio. Lo primero que tiene que haber es un grupo de personas que quieran jugar. Luego, objetivamente una persona que preste su zapato. Y por último, uno que se la quede, el cual se mantendrá de pie mientras que el resto se sentarán en círculo con los ojos cerrados.

Mientras los jugadores que se encuentran sentados cantan la siguiente canción:

"A la zapatilla por detrás.
Ni la ves ni la verás.
Mirar para el cielo (miran todos)
que caen torrenos.
Mirar para abajo (bajan todos las cabeza)
que cae tasajo.
A callar, a callar
que el demonio va a pasar.
A dormir, a dormir,
que Jesusito va a venir".

El que se la queda deberá dejar el zapato detrás de uno los jugadores sin que él, ni nadie, se entere. Cuando la canción acabe todos revisarán si son el elegido. En caso de serlo comenzará una carrera por pillar al que le ha dejado el zapato detrás de él, mientras que el que se la queda deberá de intentar ocupar el hueco libre.

Los bolillos

Se podría decir que es como los bolos que conocemos, pero con alguna que otra modificación. En esta caso se utilizarán seis bolillos de madera de unos 13cm de altura, los cuales se colocarán juntos en dos filas de tres. Para golpearlos se utilizará un trozo de madera. La dificultad llega aquí, y es que no consiste solo en derribar los bolillos, sino que se tienen que tirar números impares de los mismos, siendo la mejor jugada el derribo de cinco.

Los bolos sorianos

Se trata de otra modalidad de bolos. En esta ocasión se utilizan 10 bolos, nueve de un tamaño de 40cm aproximadamente y uno algo más alto que recibe el nombre de “minga” o “pinca”. La colocación también tiene su aquel, pues ha variado a lo largo de los años. Antiguamente se colocaba la “minga” en el centro y a su alrededor los otros nueve bolos. Ahora, se colocan los nueve bolos en filas de tres, a una distancia de un palmo entre unos y otros, conformando un cuadrado y la “pinca” se sitúa al fondo de la fila central.

Y… ¿Cómo se juega? Igual que los bolos americanos. Se trata de tirar el mayor número posible de bolos usando una bola de madera. Los puntos se repartirán de la siguiente forma: un punto por cada uno de los bolos bajos derribados y cinco puntos a la “minga”. Quien al finalizar todas las rondas haya alcanzado la mayor puntuación es el ganador.

Con estos juegos ya puedes disfrutar como si fueras un niño recordando aquellos y maravillosos días de verano.

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