¿Te gusta nadar? ¿Montas en bici, a caballo o en moto? Pues te contamos como protegerte en estas actividades:
La práctica deportiva en piscinas, sobre todo en invierno, hace que muchos usuarios utilicen lentillas en estos casos. Sin embargo, las lentillas están contraindicadas para este tipo de deportes, ya que hay un elevado riesgo de complicaciones por contaminación en el agua clorada o por infecciones.
Además, en la mayoría de las actividades de agua no utilizamos protecciones para el oído, siendo ésta otra de las partes de nuestro cuerpo que puede verse afectada negativamente por ello.
Con frecuencia, vemos a muchas personas haciendo deportes al aire libre sin gafas de protección, lo que supone un riesgo para los ojos ante imprevistos como el impacto de insectos, ramas o piedrecillas que pueden entrar en los ojos, con el consiguente daño que nos puede provocar: úlcera corneal, muy dolorosa, e incluso perforación.
Para conocer más detalles sobre estos temas, hemos contactado con el departamento de Audiología y Optometría de Multiópticas Monreal y nos informan que la gafa graduada de natación es la mejor opción para la práctica de actividades acuáticas, eliminando los riesgos que conlleva el uso de lentillas, como infecciones corneales por bacterias y hongos, muy frecuentes, en especial en piscinas climatizadas donde el ambiente es extremadamente húmedo. Por otra parte, para ciclismo, montaña, equitación, etc, sería sufiente con llevar unas gafas de sol con lentes orgánicas homologadas, que pueden ser graduadas.
En relación al oído, los tapones auditivos a medida previenen también las infecciones antes mencionadas; y además evitamos los problemas producidos por los cambios de presión sobre el tímpano; y del agua fría, que pueden afectar a la audición del usuario. Los niños son más propensos a infecciones del oído que los adultos y más sensibles a estos cambios, por lo que su utilización en ellos es todavía más recomendable.