En ciudades como Ávila, el precio se ha incrementado casi un 20%. La edad de quienes alquilan una habitación varía entre los 40 años de los palentinos que comparten piso a los 28 de quienes lo hacen en Salamanca.
Compartir piso es una realidad para muchas personas, mayoritariamente jóvenes, pero no solo. Y se podría decir que es una tendencia en alza. Al menos así lo señala un estudio de Idealista, el conocido portal inmobiliario que señala que la oferta de los mismos ha crecido un 34% este año. Esto también provoca el incremento de los precios que, aunque de media nacional es ‘solo’ del 3% en algunas capitales ronda el 20%. Es el caso de una de Castilla y León, Ávila, donde el precio aumentó un 19% y la oferta un 40%
Del estudio de idealista se pueden desprender algunos otros datos curiosos. En Castilla y León el precio medio de un alquiler ronda los 250€, casi 100€ menos que en la media nacional. Los precios van desde los 270€ de Burgos o los 260 de Soria a los 200€ que cuesta alquilar una habitación en Zamora.
Aunque de algunas ciudades, como Soria o Zamora, idealista no considera tener una muestra suficiente como para obtener datos, si señalan que tras Ávila son Valladolid, Segovia, Salamanca y Burgos donde más ha subido a la oferta de este tipo de pisos, rondando el 20%. Un precio que en ciudades como Segovia, Salamanca o Palencia no ha subido.
Con todo, el dato más llamativo es la edad de quienes comparten piso, que es donde mayores diferencias hay. En Palencia, esa edad es de 40 años, en Segovia de 39 y en Burgos y León de 38. En otras ciudades, la media ronda los 30 años como en Zamora (30), Valladolid (34) o Ávila (29). La edad media más baja es, para sorpresa de nadie, en Salmanca. En la ciudad universitaria por excelencia de Castilla y León, la media de edad de quienes alquilan una habitación en un piso compartido es de 28 años.
El perfil de quienes comparten piso en España puede ser algo diferente al esperado. La edad media se sitúa en los 34 años, lo que demuestra que no solo es una alternativa para jóvenes estudiantes. Les gusta vivir en el centro de las ciudades y no quieren que sus compañeros fumen ni tengan mascota.