El curso 2021-2022 fue el último de esta escuela en su segunda etapa de apertura, que duró solo dos años. La primera, había durado un siglo.
Cuando la escuela de Deza cerró, todavía eran obligatorias las mascarillas. Más de un año después de que dijera adiós a sus últimos alumnos, el cartel sigue ahí recordando que, desgraciadamente, en este edificio el tiempo se congeló en su momento más duro. Sin embargo, Vicente Alejandre, alcalde de la localidad, mantiene que esta escuela siempre fue una crónica de una muerte anunciada: “No esperamos una reapertura, incluso cuando se reabrió yo era muy consciente de que se volvería a cerrar, pero a corto plazo, sin tardar mucho”. En su segundo año de vida, la escuela ya se había salvado ‘por los pelos’, gracias a una familia "a caballo" entre Soria y Deza, pero no pudo resistir un curso más. La reapertura fue propiciada, principalmente, por los hijos de funcionarios destinados en el pueblo y cuando sus vidas les llevaron por otros caminos, acabó cerrando.
“Los niños y las maestras vivieron aquí y se veía movimiento, salían a pasear o a hacer actividades fuera de las escuelas, le daban algo de vida, sobre todo en invierno”, reconoce Alejandre. Pero este centro no solo aportaba al pueblo, en general, también aportaba un importante servicio para los padres, “era muy cómodo para ellos”. Los ordenadores partieron rumbo al CRA Campos de Gómara, que mantiene sedes en Borobia, Gómara y Serón de Nágima. Al estar la escuela abierta, la Junta tuvo que colocar una antena y el regidor cree que “a lo mejor algún día se vuelve a utilizar, aunque para la escuela, es complicado”. Dentro, siguen el rack y los pupitres.
Las escuelas de Deza “son de alrededor de 1900” y se mantuvieron abiertas hasta hace apenas 10 años. “Si ahora viniesen niños y los padres lo solicitasen, se podría volver a abrir. Pero aquí la vida en invierno es dura”, apostilla. En 1970 vivían en Deza 800 personas, “había muchísima actividad” y aunque con un constante descenso, la población se mantuvo más o menos hasta los años 2000. Ahora hay 194 dezanos y solo 7 de ellos son menores de edad. “Soria capital ha ido creciendo comiéndose a parte de su provincia, pero es lo que nos toca vivir. No podemos ser ni victimistas ni eufóricos en ese sentido”, lamenta.
En la provincia de Soria durante el curso 2022-2023 hubo una escuela rural con solo 3 alumnos, el mínimo para que se mantenga abierta. Otro más tuvo 4 alumnos, que era el mínimo hasta que la Junta decidió rebajarlo, sin condiciones, para favorecer la supervivencia de más centros. Aunque este curso, según los primeros datos de Educación, todas se mantendrán abiertas, estos servicios están, en varios municipios sorianos, en la cuerda floja.