El lateral ha regresado este verano a Soria después de haber vestido la elástica amarilla hace dos cursos en División de Honor Plata.
El Balonmano Soria ha construido este verano una plantilla muy competitiva que buscará un curso más acceder al play off de ascenso. Con varios fichajes de renombre para la categoría, el club consiguió sellar entre ellos el regreso del lateral, Sergio Sarasola. Después de formar parte de la plantilla soriana que militó hace dos campañas en División de Honor Plata, el gallego no dudó en volver “a uno de los sitios en los que más a gusto me he sentido durante mi carrera deportiva”.
Con unos recuerdos estupendos de aquella etapa, las negociaciones entre ambas partes fueron muy rápidas a pesar de que el jugador tenía que bajar una categoría para enrolarse en las filas amarillas: “Cuando me marché de aquí tenía claro que iba a regresar y este verano se dio la oportunidad perfecta. Creo que en aquella ocasión no demostré todo mi potencial en la pista y ahora quiero sentirme importante y aportar mi veteranía”.
Motivado por ello, Sarasola también quiere quitarse el mal sabor de boca que se le quedó en 2021 con el descenso. Aunque el conjunto se erigió como una de las revelaciones de la liga en la primera vuelta, las cosas se torcieron en el último tramo de la competición. En esa dirección, hace hincapié en que “nos condenó el no ganar a los rivales con los que nos jugábamos las castañas”. Sin embargo, el flamante nuevo jugador amarillo prefiere quedarse con los buenos instantes de aquella campaña en la “que formamos un grupo humano espectacular que será muy difícil repetir”.
Tras varias semanas de entrenamientos, el lateral expresa su ilusión por el conjunto que se ha conformado con la llegada de varios jugadores que “me han sorprendido como los dos pivotes, Ibu o Adrián Juárez”. “Este año contamos con una plantilla cercana al nivel de Plata, pero lo tenemos que demostrar y ser autoexigentes. Debemos machacarnos todos los días para llegar en condiciones óptimas cuando vengan los encuentros decisivos”, incide el gallego. Para lograrlo tendrán que derrotar a escuadras de la talla de Santoña, Avilés, Gijón o Torrelavega, además de a otras que “siempre aparecen y quitan puntos a los primeros clasificados”.
Con ese calendario tan duro, Sarasola tratará de dar su mejor versión para devolver “a Jordi y a Carlos la confianza que han depositado en mí”. De la misma manera, pretende dar alegrías a una afición amarilla de la que guarda un recuerdo inmejorable. “Cuando llegué aquí no conocía nada de la ciudad ni del club. Me sorprendió un montón la forma en la que se involucraban los seguidores en el pabellón. Tengo muchas ganas de reencontrarme con todos ellos”, concluye un Sarasola emocionado por regresar a “mi casa deportiva”. Así, el jugador calienta motores para una temporada en la que luchará por brindar un ascenso a todos los fanáticos del BM Soria.