El Colegio Oficial de Farmacéuticos suscribe un nuevo convenio con la Diputación para el control de la medicación de personas mayores que viven los pueblos sorianos.
En la mañana de este viernes ha sido suscrito un nuevo convenio entre la Diputación y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Soria para garantizar las pautas medicalizadas en personas mayores que se hallan en el medio rural. Un acuerdo que se reedita anualmente hace diez años y en el que muchas provincias están interesadas, como es Zamora, que últimamente ha establecido este tipo de gestión.
El documento, que ha sido rubricado por Benito Serrano, presidente de la institución y por Javier Alonso, presidente de la agrupación colegiada, tiene una cuantía de 24.000 euros.
Serrano ha indicado que el servicio es, a mayores, una labor social, porque ayuda también a sobrellevar la soledad que muchos jubilados viven en la provincia, sobre todo en invierno, época en la cual "apenas reciben visitas, en ocasiones, tan solo la del farmacéutico". Se trata de una estrategia con la que los servicios sociales de la Diputación se aseguran de que los beneficiarios, de modo individualizado, tienen garantías del cumplimiento de los tratamientos médicos prescritos. La dispensación es controlada por los boticarios con 'blísteres' esto es, envases donde se distribuyen los fármacos a las horas que deben de ser ingeridos, por lo común, desayuno, comida y cena.
En la actualidad, el servicio es prestado por una veintena de farmacias de la provincia de Soria y da cobertura a un centenar de personas. La edad media de estas es de 83 años.
El presidente de la institución ha alabado la profesionalidad de los farmacéuticos y su vocación de servicio, ya que en muchos casos deben de efectuar desplazamientos continuos para atender los usuarios, y a veces "en condiciones muy duras".
Por su parte, Alonso ha mostrado su satisfacción por la renovación del acuerdo que lleva a que muchos mayores "polimecalizados" no tengan que llegar a abandonar sus domicilios lo cual, de paso, "mantiene la población" en las localidades. Aún así, ha recalcaldo que en una población dispersa y con muchos núcleos habitados como es el territorio soriano una farmacia se halla a cinco minutos de distancia de cualquier punto.
El tener un objetivo común entre médicos, enfermeros y Ceas (centros de acción social) pasa por la atención de los pacientes, que no se hallan institucionalizados y que no tienen que acudir a la capital para que les sean dispensados ni pautados los medicamentos.
Con todo, ha puesto énfasis también que en este momento, de las 60 farmacias existentes en la geografía provincial, "dieciséis de ellas se encuentran en una situación de viabilidad económica comprometida" por lo que ayudas de este tipo se traducen "en un balón de oxígeno" para la continuidad y el mantenimiento de estos establecimientos de carácter sanitario. Igualmente, la existencia de residencias geriátricas en muchos pueblos otorga ciertas garantías para el mantenimiento de las farmacias.