Te contamos dónde se encontraron sus reliquias, desde cuando se le reconoció la condición de Santo o cuándo comenzó a celebrarse dicha festividad.
Queda un día para celebrar el día del patrón soriano. Unos festejos que, como cada año, acogen un gran abanico de actividades por toda la ciudad (encuentra el programa completo pinchando aquí). Pero… ¿Sabrías contar a un turista cuáles son las curiosidades que rodean al Santo y su festividad? Si tu respuesta es no, aquí te dejamos unas cinco datos interesantes sobre el personaje.
Aunque actualmente todos conocemos a San Saturio como el patrón de Soria, no siempre fue así. A mediados del s.XVI, la memoria de este santo apenas era recordada y únicamente se conservaba una imagen, prácticamente ignorada por los sorianos de la época, que hacía referencia a que sus restos se hallaba en la ermita de San Miguel. Tras volver a captar el interés de los ciudadanos, fue a partir de 1628 cuando se le nombró patrón de la ciudad. Y, con motivo de ello se celebró un festejo taurino en el que contribuyó el Estado Noble de Los Doce Linajes.
Las reliquias de San Saturio se encontraron en el altar de San Miguel, más concretamente, en el lado derecho del mismo, lugar que se encuentra actualmente señalado. Una curiosidad sobre este este espacio es que aunque el recinto donde fueron hallados estaba tapiado, algunas personas aprovechaban un pequeño hueco para meter la cabeza, pues aseguraban que gracias a ello los dolores de cabeza disminuían.
Su procedencia, según parece, es de una familia noble y rica visigoda. Sin embargo, gracias a su bondad y generosidad, cuando sus padres murieron, repartió sus bienes entre los más necesitados, de acuerdo a los evangelios.
Es por ello, que a San Saturio se le consideraba un eremita, una persona que vive sola en un lugar deshabitado para dedicar su vida a la oración y al sacrificio. Vivió durante la segunda mitad del s.VI. Se desconoce cuándo nació, pero sí que se sabe que su muerte data sobre el año 570 d.C., aunque no existen escritos suficientes para establecer una fecha concreta.
Su reconocimiento como santo en el catálogo de la iglesia se realizó el 31 de agosto de 1743. Fue decretado por el Papa Benedicto XIV, quién, además, le concedió ser el patrón de Soria y estableció el carácter de fiestas por ambos preceptos, tal y como se conoce hoy, el día 2 de octubre.
Una de las tradiciones que se solía celebrar antiguamente y que quizá a alguna persona mayor le suene, es la Soldadesca de los Heros. Se trata de una celebración que realizaba el Cabildo de los Heros, una hermandad de labradores que se reunía para tratar sus asuntos en una sala que se encuentra ubicada en una de las concavidades de la cueva de la ermita, en la cual se encuentra una bancada de piedra y una efigie del santo colocada en su honor. Finalmente, esta tradición se perdió a finales del s.XIX.