Este proyecto de la Federación ha pulido a varias jugadoras que, en estos momentos, se encuentran en la Selección de España y en los mejores clubes del panorama continental.
El Polideportivo de Los Pajaritos de Soria se convirtió hace 15 años en el centro neurálgico del voleibol nacional femenino. Allí, la Real Federación Española decidió implantar un programa permanente en el que los mejores técnicos del panorama internacional pulen a las promesas del país, compitiendo en Superliga 2 bajo el nombre de CAEP Soria.
Actualmente, el encargado de perfeccionar a estas jugadoras es el argentino Guillermo Orduna. Con un currículum envidiable, en el que destaca su presencia dirigiendo al combinado nacional femenino argentino en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, el preparador también atesora experiencia en tierras sorianas. Durante dos campañas, el míster fue el encargado de liderar el proyecto del Numancia en la máxima categoría. En aquel equipo, daban sus primeros pasos deportivos unos jovencísimos Salvador o Folguera.
"Hace cuatro años me llamó la RFEV para hacerme cargo de este proyecto de formación y no me lo pensé. Me motiva mucho el hecho de presenciar la evolución técnica y personal de las jugadoras", explica Guillermo Orduna.
Con esa motivación, el técnico trata de ayudar a las protagonistas a alcanzar su sueño, que no es otro que llegar a la Selección. Esa meta ya la alcanzaron Lucía Varela, Carla Giménez, Raquel Montoro, Candela López o Carolina Camino, deportistas formadas en el programa que tiene lugar en Soria, y que en los últimos años se han erigido como piezas claves del conjunto nacional. Con ese ejemplo a seguir, las actuales integrantes del CAEP Soria se esfuerzan con entrenamientos diarios de tres horas y media, tanto en gimnasio como en la pista.
Entre las componentes más veteranas de la plantilla actual de la escuadra, aparecen la receptora de 16 años, Inés Losada, y la líbero de 17, Tinons Munar. En ese sentido, a la hora de hablar de todo lo que han aprendido, las dos jugadoras recalcan la madurez que han adquirido, al tiempo que se muestran orgullosas "por haber interiorizado ciertos hábitos que no se comprenden hasta que te independizas". Respecto a lo meramente deportivo, Losada y Munar indican su satisfacción por haber "descubierto lo que significa jugar en todas las posiciones, estando preparadas para ayudar al equipo en lo que haga falta". No obstante, ninguna se conforma con su nivel actual.
Mientras que la receptora considera que debe ser menos autoexigente consigo misma, la líbero reconoce que todavía tiene mucho camino por recorrer en labores defensivas. De esa forma, con la Selección todavía lejana en el horizonte, las pupilas de Orduna se esfuerzan cada semana para dar lo mejor de ellas en Superliga 2, la segunda categoría del voleibol nacional femenino.
El CAEP Soria se enfrenta a equipos de un alto nivel, varios de ellos con componentes extranjeras, que buscan cada temporada el salto a Superliga. Sin la presión de ascender o descender, este programa de la Federación tiene asegurada su plaza en la categoría. El único reto de este cuadro es superarse en el día a día : "Es tranquilizador el año que estamos más flojas y peleamos en la zona baja de la tabla. Así, nos podemos centrar en corregir fallos y en intentar acudir a concentraciones de la Selección".
En esta ocasión, en la que el conjunto azulón ha podido mantener la base del curso pasado -en otras temporadas cambian prácticamente las 14 jugadoras-, Orduna apuesta por un curso apasionante. "Hemos incorporado a seis chicas nuevas y deberemos de completar un proceso de adaptación, como siempre. Ahora, al continuar numerosas jugadoras de la campaña pasada, todo será mucho más rápido. Creo que tenemos un grupo para estar entre las seis primeras de la clasificación", afirma.
Dejando a un lado el aspecto deportivo, las jugadoras continúan desarrollándose como personas en Soria. Muy lejos de su familia y de sus amigos, estas aterrizan en tierras numantinas con apenas 15 años, dispuestas a derribar la puerta del deporte profesional. En esa etapa, son fundamentales sus compañeras de equipo, que al igual que ellas comienzan una aventura completamente nueva en sus vidas.
Tratándose como "una segunda familia", las integrantes de CAEP Soria comparten la mayoría de horas del día juntas, acudiendo a cursar sus estudios al IES Machado, y disfrutando de sus horas de ocio en una "ciudad que nos ofrece muchas posibilidades para divertirnos". Para que nadie las distraiga de sus responsabilidades en los estudios, las jugadoras también cuentan con un tutor académico que supervisa cada noche los deberes.
Con todo ello, Soria se ha convertido en una cantera en la que se pulen, tanto técnica como personalmente, las joyas del voleibol femenino nacional, centradas en derribar la puerta de la Selección.