Muchos sorianos miran sorprendidos el resultado de la actuación en la fachada del emblemático edificio de la capital.
En Soria nos gustan las obras, pero también las reformas. Uno de los primeros edificios que uno ve cuando pasea por el centro de Soria, el que se topa de frente al salir de la Dehesa o el que hace de fondo de todos los eventos que se producen en Mariano Granados ha sufrido en las últimas semanas un importante lavado de cara.
El edificio, situado en las confluencias de la plaza Mariano Granados y la calle Marqués de Vadillo, ha perdido sus característicos colores pastel y detalles en azul mar por un blanco monocorde. Ahora, la espiga de la Caja Rural luce más coronando un edificio que, aunque tenga el símbolo en el tejado y una oficina bancaria en la planta baja, no es propiedad de la Caja.