Aficionados de Soria presencian en La Misericordia una lucida novillada dentro del ciclo de las fiestas que vive ahora la capital del Ebro.
Que Soria y Zaragoza comparten en muchos casos ciertas costumbres o tradiciones y amistades no es algo que está por descubrir. Tampoco en lo que es la afición taurina. Así quedaba demostrado en la tarde de ayer en el coso de La Misericordia, donde fue celebrada una novillada sin picadores, en la que figuraban como primeros espadas Porta Miravé, Jorge Mallén y Roberto Martín. El festejo estaba incluido en el abono de la feria del Pilar que celebra ahora la capital del Ebro.
En el paseíllo había presencia soriana en los auxiliares, con Alberto Berzosa, en la cuadrilla del primero y de Francisco García con el segundo. Este cobraba una buena intervención en banderillas que le hacía desmonterarse ante el respetable.
Con toros de Guerrero, el festejo, el novillero que cerraba plaza lograba la puerta grande en la cuarta de feria, consiguiendo tres orejas mientras que el primero del cartel recogía sendas ovaciones y el segundo veía silenciadas sus dos faenas.