Los celestes han mostrado su mejor versión para vencer a un combinado que llevaba sin perder un partido de la competición doméstica casi 2 años.
Los Pajaritos se ha engalanado esta tarde para vivir uno de los partidos de la temporada en la Superliga. El templo soriano iba a acoger el encuentro entre Grupo Herce, actual campeón de la Copa del Rey, y Guaguas, vencedor de la última edición de la competición doméstica nacional.
Con ese cartel, las gradas poco a poco han ido cogiendo colorido a pesar de disputarse un miércoles. Con ese contexto, los celestes han empezado muy bien al duelo, apoyándose en un gran bloqueo en el que han destacado Fabián Flores y Joab Domenech. De esa forma, los de Toribio han cogido unas primeras rentas que oscilaban entre los 3 y los 4 puntos, guiados por un Adrián Olalla, inmenso.
Ante esa situación, con el 11-7, el técnico visitante, Camarero, ha tenido que pedir tiempo muerto. En esos instantes, el más destacado de los suyos estaba siendo el ex del Río Duero, Juan Pablo Moreno. Tras esa pausa, los canarios han recortado hasta ponerse 20-18. Obligado a intervenir, Toribio ha dado aire fresco a los suyos para cerrar el set por 25 a 21 con grandes acciones finales de Cunha y Flores.
El comienzo del segundo parcial ha sido un tanto diferente. Los canarios se han puesto por delante con Juan Pablo Moreno al saque. Liderados por el colombiano, Guaguas se ha marchado en el marcador, cogiendo una diferencia de seis puntos, 6-11.
No obstante, el Grupo Herce nunca se rinde. Después de un tiempo muerto del técnico local, los de Toribio han puesto la directa hasta empatar el encuentro a 13. Con esa reacción, Camarero se ha visto obligado a pedir tiempo muerto para frenar la sangría. Independientemente de esa pausa, Cunha ha tomado las riendas de su equipo para ponerlos en ventaja con dos saques directos que han levantado al pabellón. Con 18-15 en el luminoso, los canarios han vuelto a meterse en la lucha por el set, empatándolo a 18. Sin embargo, el dominio de los sorianos en la red les ha vuelto a poner dos arriba.
Posteriormente, guiados por una afición que gritaba en masa “este partido lo vamos a ganar”, los celestes se han metido al bolsillo la segunda manga por un contundente 25-19.
En el tercer parcial, los de Camarero han arrancado imponiendo su ley en la red y mostrándose imparables en la recepción para coger una ventaja de 4 puntos con el 2-6. Tratando de frenarles, Toribio ha solicitado tiempo muerto en busca de soluciones para que los suyos cogieran el pulso al set. La intervención del preparador vallisoletano no ha tenido efecto, ya que los visitantes han continuado con la misma dinámica, distanciándose por siete puntos en el luminoso, 2-9. En esos instantes, los locales han dado descanso a Cunha y Lorente (en su sustitución han saltado a pista Manu Salvador e Ignasí Sanchís).
Pese a las intentonas locales por meterse en el set, Guaguas no ha bajado el pie del acelerador en ningún momento, llevándose el parcial por un amplio 16-25. Ha sido entonces cuando los seguidores celestes se han puesto en pie para apoyar a los suyos de cara al cuarto set.
Aupados por sus fanáticos, los celestes han regresado al nivel de los primeros compases del encuentro para coger una renta de 3 puntos con el 5-2 durante el saque de Villalba, obligando a Camarero a parar el choque. Entonces, los árbitros han tomado el protagonismo con dos decisiones más que discutibles que han caldeado todavía más al público. Sin dejar que les afectasen, los de Toribio se han marchado por 14-9.
A pesar de un nuevo tiempo de Camarero, y de los numerosos cambios que el técnico ha llevado a cabo en su seis titular, el Grupo Herce no se ha amedrentado y se ha llevado el set por 25-15.
De esa forma, los sorianos han conseguido una victoria de prestigio, ante un rival que el año pasado no perdió ningún partido de la competición doméstica, que demuestra que esta temporada van a seguir luchando contra los más grandes en la Superliga, soñando con todo. Por ahora, ya llevan 3 triunfos en 3 partidos. No le llames “matagigantes”, llámalo Soria.