CAPITAL
Actualizado 24/10/2023 21:27:18
Itziar Ortega

Glorietas por el carril equivocado, otras que se pasan por encima, semáforos en rojo y paradas en doble fila. Algunas normas de circulación se olvidan a medida que pasan los años desde la obtención del permiso y otras ni siquiera existían entonces. Por eso, hoy analizamos algunos de los puntos que generan más dudas en el tráfico de la capital.

Muchos pensarán que Soria es un remanso de paz y tranquilidad en lo que a conducir se refiere. Comparado con las grandes ciudades, la densidad del tráfico resulta anecdótica y en el caso de la capital, no existen esas glorietas gigantescas o cruces kilométricos en los que casi parece imperar la ley del más fuerte.

Sin embargo, las leyes de circulación y de seguridad vial van cambiando, el diseño de la propia ciudad, también y muchas normas se olvidan cuantos más años pasan desde que obtenemos el carné. Esto hace que, muchas veces, cometamos errores cuando conducimos por Soria capital. Errores que pueden ponernos en riesgo a nosotros mismos, al resto de usuarios de la vía y que, además, pueden rascarnos el bolsillo o costarnos puntos de nuestro permiso de conducir. A continuación, analizamos algunas de las zonas de la ciudad en las que suelen repetirse más ciertos errores y te explicamos cómo circular por ellas correctamente.

1. Las retículas amarillas, ¡existen!

(En el semáforo que conecta la calle Venerable Carabantes y el Calaverón con la avenida Mariano Vicén)

Todas las marcas viales tienen una razón de ser. En este caso nos encontramos con una calle de doble sentido a la que es necesario acceder tomando una curva pronunciada si llegamos a ella desde Mariano Vicén. Una calle a la que tienen derecho a acceder, igual que turismos, furgonetas o todoterrenos y vehículos voluminosos y que, además, está en la ruta del bus urbano. Entonces, ¿cómo garantizamos que vehículos como los autobuses puedan hacer el giro sin toparse con los vehículos que están esperando en el otro sentido para incorporarse a la avenida? Fácil, les reservamos un espacio para que puedan abrirse y tomar la curva con facilidad.

Eso es lo que significa la retícula amarilla que está dibujada entre el semáforo y la línea de detención. Aunque mucha gente tiende a colocarse sobre ella al parar en el semáforo de Venerable Carabantes, donde hay que parar es en la línea de detención. Ese área amarilla indica que se prohíbe avanzar sobre ella si previsiblemente el vehículo que conducimos se va a quedar inmovilizado sobre ella. Y si el semáforo está rojo, claro que te vas a quedar inmovilizado sobre ella. Con el semáforo en verde, circula sobre ella sin miedo.

2. El semáforo está, aunque no lo veas

(Conexión entre C/Francisco de Ágreda y C/ Eduardo Saavedra)

A la hora de incorporarse a una vía con tanto tráfico y tan fluida como Eduardo Saavedra, siempre hay que ser cauteloso. Sobre todo, si lo hacemos desde una calle perpendicular bordeada por edificios que puedan disminuir la visibilidad. Sin embargo, este punto es especialmente conflictivo, porque existe un semáforo y un paso de peatones y suele repetirse un error muy común.

Muchos conductores que circulan por Francisco de Ágreda para incorporarse a Eduardo Saavedra solo se percatan del 'ceda el paso' dibujado en el suelo. Sin embargo, las señales luminosas circulares de los semáforos siempre prevalecen (si están encendidos) sobre las verticales y horizontales y en este caso, hay un semáforo con dos focos: uno en el que debes fijarte para girar a la izquierda y otro, si quieres ir a la derecha. El de la izquierda siempre está en ambar intermitente, es decir, puedes incorporarte siempre que no vengan coches (si está apagado, debes hacer caso al 'ceda el paso', así que sería lo mismo). Pero el de la derecha se pone en rojo cuando se pone también en rojo el semáforo de la propia Eduardo Saavedra para permitir el paso a los peatones. Cuidado con saltártelo en rojo, no solo porque te pueda costar 4 puntos del carné, sino porque podrías atropellar a un viandante.

3. En las glorietas, la salida, por la derecha

(En la glorieta de entrada al polígono)

Todo tiene un orden. Las glorietas, también. En concreto, la que está junto a Acristalamientos Vinuesa para entrar al polígono es escenario de decenas de sustos -y golpes- por no entender, del todo, cómo funcionan. La normativa dice que en vía urbana podemos circular por el carril que más convenga a nuestro destino, así que podemos incorporarnos a una intersección de este tipo por el carril izquierdo. Sin embargo, la cosa cambia a la hora de abandonarla, porque para eso tenemos que estar en el carril derecho. Eso implica que, si nos hemos colocado en el carril interior, deberemos colocarnos en el exterior antes de tomar la salida. Y nada de salir rectos y cortar el paso a los vehículos que hayan estado circulando todo el tiempo por el carril derecho, ni entorpecerlos y hacerlos frenar, porque es cuando llegan los problemas. Eso no quita que no puedas utilizar la parte izquierda, que puede ser muy útil para hacer un cambio de sentido o, en glorietas grandes, para evitar molestar a aquellos que vayan a salir antes que tú.

4. Decir que salimos, pero no que entramos

(En la glorieta que conecta la carretera de Logroño con la carretera de Zaragoza)

Y seguimos en el fascinante mundo de las glorietas. Un error muy común es no indicar al resto de conductores que queremos salir de la intersección usando los intermitentes. Esto se repite más en aquellas en las que hay más visibilidad, como en la que conecta la carretera de Zaragoza con la de Logroño. Para salir de la glorieta es necesario señalizar, aunque vayamos en dirección al río por la carretera de Zaragoza en lo que parece un desplazamiento recto. Esto ayuda a aquellos vehículos que están esperando para entrar, facilitando su incorporación al indicarles que salimos y, por tanto, dando fluidez a la circulación. Pero tampoco hay que pasarse con la señalización. Al entrar no hay que usar los intermitentes, ya que la entrada en una glorieta solo se puede hacer hacia la derecha y en caso de haber una salida muy próxima, estaríamos probablemente, confundiendo a los vehículos que están esperando para entrar en una salida posterior.

5. ¿Circular o recto?

(En la glorieta junto al cementerio)

De glorietas va la cosa, porque es importante recordar que son redondas por algo y que aunque se pueda 'seguir recto' (entre muchísimas comillas), siempre hay que respetar el trazado de circulación. Pero hay en algunos casos, como en la intersección que está bajando del cementerio hacia el Cerro de los Moros, en las que apenas se ven y de hecho, muchos ni siquiera sabrán de qué estamos hablando. Pero es que las glorietas pueden estar elevadas o señalizadas y esta es una marca vial, un cebreado y hay que respetarla igual que si estuviera elevada.

6. Un stop no es un ceda

(En la conexión entre Av. Duques de Soria y la Carretera de Madrid)

En un ceda el paso prima el concepto de observación, por lo que la detención del vehículo no tiene por qué ser necesaria. Sin embargo, en un stop primero va la detención y luego la observación. En un punto como este, en el que para bajar desde Duques de Soria a la estación de tren hay un stop, es necesario detener el vehículo por completo para comprobar que la incorporación a la carretera de Madrid es segura. Aquí es obligatorio detenerse del todo para asegurarnos de no cortar el paso ni a los vehículos que suben por la carretera de Madrid ni a los que bajan por Eduardo Saavedra hacia el centro de la ciudad. Sí, aunque creas que ves perfectamente que no viene nadie, tienes que parar.

7. ¿Dejar el coche en doble fila?

(En avenida Mariano Vicén)

Parar en doble fila en la puerta de comercios o farmacias es un hábito muy común en Soria capital, especialmente en vías de sentido único con más de un carril. Un hábito que se convierte en un infierno cerca de los colegios, polideportivos o del conservatorio en hora punta. Sin embargo, existen muchas normas para poder beneficiarse de esta práctica permitida por la normativa de tráfico que, por lo general, tendemos a incumplir. Para empezar, si se dispone en las proximidades de un espacio en el que poder estacionar correctamente, no se puede dejar el vehículo en doble fila. Segunda norma, un vehículo se puede parar en doble fila, pero no estacionar en doble fila. ¿Qué convierte una parada en un estacionamiento? Una parada es una inmovilización voluntaria de menos de dos minutos en la que el conductor no abandona el vehículo. Si dura dos o más minutos o el conductor sale del vehículo, ya se considera estacionamiento. Esto complica mucho que la parada sea 'legal', si el propósito del viaje es que el conductor haga recados en solitario.

Existe cierta permisividad con estas condiciones, siempre y cuando no se disponga de un espacio en las proximidades para inmovilizar el vehículo. Al final, estas normas pretenden limitar el estacionamiento en doble fila, que obliga a maniobrar al resto de conductores, a cambiar de carril con sus consecuentes procesos de observación y señalización. Todo esto aumenta el riesgo de que se produzcan sustos y enfados, sobre todo si la vía es de doble sentido.

8. El lío de la raqueta

(En la estación de autobuses)

Las raquetas, o glorietas partidas, pueden generar cierta confusión. Lo más importante siempre es elegir bien el carril que más conviene para nuestro destino y que más segura vaya a hacer la conducción. En el caso de la que se encuentra frente a la Estación de Autobuses, si circulamos desde el centro de Soria y queremos ir, por ejemplo, en dirección a la Guardia Civil, nunca podremos parar en el centro de la calzada de la vía que corta la glorieta, es necesario usar el acondicionamiento. Esto implica salir hacia la derecha y rodear el jardín para posteriormente girar a la izquierda.

Sin embargo, si venimos de la Comandancia de la Guardia Civil y queremos ir hacia Camaretas, se puede hacer ese giro hacia la izquierda rodeando de nuevo el jardín, casi como si fuera una glorieta normal. O, tal y como se recomienda, seguir el cartel de todas las direcciones y girar hacia la izquierda por el centro de la calzada (comiéndote el semáforo en rojo).

9. El carril correcto

(Cruce de Eduardo Saavedra con El Cañuelo)

En toda la ciudad existen un gran número de carriles señalizados para una sola dirección. Y aunque hay que respetar esta señalización en todos los casos, cuando tenemos que elegir carril para detenernos en un semáforo, aún más. En intersecciones como la de la avenida Eduardo Saavedra a la altura de los concesionarios, existen carriles solo para girar a la izquierda, por lo que si nuestra intención es seguir de frente, no debemos utilizarnos en ningún caso. No son una buena idea para intentar adelantar si hay una larga fila de coches en el carril para seguir recto.

Si nos colocamos en el izquierdo para seguir recto, pueden pasar dos cosas: que se ponga primero verde el semáforo para seguir recto y nos saltemos en rojo el semáforo que de verdad corresponde a nuestro carril, lo que podría suponer una multa y puntos, o que se ponga en verde el semáforo que nos corresponde, el izquierdo, y nos veamos obligados a seguir hacia la izquierda porque los vehículos bien colocados nos piten, y con razón, porque ellos sí quieren girar.

¡A conducir!

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